PERSISTEN LAS
HERIDAS, POST DESALOJO EN TUNDAYME
Sin embargo, hay signos de esperanza que la comunidad indígena quiere
preservar:
“Se han encontrado y se siguen encontrando muchos vestigios
arqueológicos…, presumiblemente, son propios de la cultura Cañari”.
Por Roberto
Carrasco, OMI
para REPAM,
30/07/2018
Los impactos sociales y ambientales, según el informe psicosocial que recoge el libro “LA HERIDA ABIERTA DEL CÓNDOR”, presentado como prueba al Juez de la Acción de Protección que sigue la comunidad indígena CASCOMI, contra la empresa minera y el Estado, todavía están latentes.
En
la última asamblea extraordinaria de la Comunidad Indígena CASCOMI, los
pobladores manifestaron signos de esas heridas ocasionadas por los desalojos
forzosos vividos hace casi tres años. El último domingo 22 de julio del 2018,
los profesionales de la REPAM como de la Fundación INREDH, que acompañan el
proceso judicial que la comunidad tiene con la empresa minera ECUACORRIENTE
S.A. Las abogadas señalaron que el juzgado encargado del caso ha determinado
que se realice un peritaje antropológico in situ para levantar un informe que
ayude al juez en el proceso judicial que se está llevando.
HALLAZGOS DE VESTIGIOS CAÑARIS EN TUNDAYME
A propósito de este tema, el periódico ¡NUESTRA VOZ! Del Cantón Gualaquiza, en un informe de fecha 17 de junio del 2018, desarrolla un especial sobre la Cabecera Parroquial de Tundayme, señalando que “según las fichas de información del INPC, en la parroquia de Tundayme, se han registrado bienes culturales patrimoniales arqueológicos…, yacimientos encontrados que indican que el actual territorio fue ocupado por antiguas civilizaciones, presumiblemente de la cultura Cañari suroriental y dan cuenta de los grupos y de sus estructuras habitacionales, centros ceremoniales y administrativos”, detalla el informativo gualaquizence.
En
conversación con el vicepresidente de CASCOMI, Luis Sánchez Zhiminaycela, resulta que ha surgido un tema que para
la comunidad indígena se ha vuelto un signo de esperanza para la preservación
de su territorio.
“Este territorio para nosotros tiene mucho
significado, desde que nuestros abuelos han venido, y nosotros hemos nacido
acá, tenemos allí una cascada, nosotros en kichwa decimos, La Pacha…, tenemos
acá en una peña, allí está el retrato de manera natural, de una cara de un
indígena, entonces, eso para nosotros tiene mucho significado, dentro de
nuestra cosmovisión, dentro de nuestra cultura. Siempre el pueblo Cañari ha
tenido mucho respeto a las montañas sagradas, a las cascadas sagradas, a la
laguna sagrada, a la culebra que la consideramos nosotros como nuestra
progenitora del mito Cañari, pero sobretodo este rostro que es natural, para
nosotros nos da más identidad y creemos que eso es parte de nuestro ser, de
nuestro creer”, detalló el líder indígena.
Enfatizando
el tema de identidad y de lo que los mayores cañaris dejaron como legado, Luis
Sánchez, continuó enfatizando que “la
lucha que nosotros llevamos acá es justamente por defender este territorio que nos da identidad”.
A su
vez, en medio de este legado recibido y
de estas luchas que como pueblo indígena tienen, señaló un dato importante que
podría dar nuevos elementos para la investigación: “Estamos en este sitio de la cabecera parroquial de Tundayme, se han
encontrado y se siguen encontrando muchos vestigios arqueológicos, que según el
Instituto Nacional de Patrimonio y Cultura (INPC), dicen que dan cuenta todos esos restos que presumiblemente, estos
vestigios, estas formas, digamos, restos que se han encontrado acá, son propios
de la cultura Cañari. Es decir, que esto da ha entender que antes de los Shuar, la civilización Cañari
estuvo extendida hasta acá, a Zamora, porque está comprobado que en
realidad el territorio Cañari ha estado ocupado por lo que ahora es Cañar,
Azuay, parte del Chimborazo, y parte de Morona Santiago, esto está demostrado.
Pero esta partecita que es un pedazo de Zamora Chinchipe se está encontrando
recién los vestigios y se está dando cuenta que presumiblemente, son restos de
la civilización Cañari antigua. Entonces, ahora lo que nosotros vemos es que
hay digamos, todo una forma administrativa de cómo vivían. Vemos por ejemplo,
las ollas que se han encontrado son las mismas que hasta ahora usamos nosotros
para cocinar”, terminaron sus palabras.
Este
hallazgo nos permite considerar que, más allá de que se trate de vestigios
arqueológicos y de su importancia para el estudio de antiguas civilizaciones en
esta parte del Ecuador, el significado más profundo lo viven los pobladores de
la Comunidad Indígena CASCOMI, porque saben que estos hallazgos representan la
sobrevivencia de su comunidad en medio de este territorio ancestral que
heredaron.
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