jueves, 18 de diciembre de 2014

Estudiantes kichwas en peores condiciones, víctimas del extractivismo


LAS CAPIRONAS DEL NAPO HOY LLORAN

Una canoa de fibra de vidrio, a la que pomposamente llamamos yate, de casi 8 metros de largo, estilo ecuatoriano  -nos dice el propietario-, con un motor fuera de borda de 90 hp (esto es horse power en inglés, caballo de fuerza en castellano, kawariu chini’ en shawi, kawallu sinchi en kichwa), felizmente nuevo, nos conduce a Vidal y a mí desde Santa Clotilde a Monterrico Angoteros; una suave neblina madrugadora nos acompaña como resto natural de la copiosa lluvia de hasta el amanecer. Sabemos que va a hacer frío y nos preparamos convenientemente.

Monterrico Angoteros, es una comunidad kichwa del Río Napo, a donde se llega sólo por vía fluvial, en un recorrido de entre dos a tres días en peque peque desde Santa Clotilde o una lanchita que la recorre en ida y vuelta cada quince días desde Mazán, o en unas seis horas en el rápido que ahora nos lleva desde, precisamente Santa Clotilde. Como de otros lugares de la amazonía, no se conoce mucho, o se conoce nada de esta comunidad, sin embargo, se sabe por versión de los lugareños que en ella se asentaron en la década del 50 al 60 un grupo de expedicionarios que explotaron por un buen tiempo el palo rosa, y claro, explotaron también como en los tiempos del caucho a los indígenas kichwa de esa zona, a los que sometían a duros trabajos en pleno monte, sin más pago que una porción de yuca y frejoles que de cuando en cuando acompañaban con carne de monte, porque la premura por sacar tan costoso y preciado producto no les permitía tan siquiera salir de caza para proveerse de carne. Existen muy cerca de la comunidad restos de lo que fue la explotación de este importante recurso.   

Tal como refieren los lugareños que hoy sobrepasan los 65 a 70 años y que sufrieron tal explotación, los árboles de palo de rosa se derribaban sin control, se reducían a trozos pequeños, luego a viruta, posteriormente a aserrín, se sometía este a destilación y se le extraía hasta la última gota en forma de aceite.

En el libro "Árboles, gentes y costumbres" de Enrique Acero se registra la siguiente información. En el árbol de palo de rosa se puede analizar el caso de cómo se puede extinguir un recurso forestal sin darle la oportunidad de recuperarse. Con el propósito de obtener su aceite esencial (esencia para perfumes, jabones y otros cosméticos), entre la década de 1950 y 1960, siglo XX, la selva amazónica de Perú, fue "peinada"  en busca de "El Dorado" en forma de árbol. Se conoce que las principales destilerías estaban ubicadas en Iquitos y Pucallpa, en Angoteros particularmente; por el solo puerto de Iquitos en 1960 y envasado en tambores de 42 galones, se exportaron 247.200 libras de aceite de palo de rosa por un precio de 10.105.554 soles. El tambor de 42 galones de este aceite alcanzó en 1960 un precio de 50.000 soles peruanos, y como siempre ha sucedido esto sólo benefició a los paleros de rosa, nunca a los pobladores de esa zona.

Hoy las formas de explotación han cambiado, y los pueblos siguen en precarias condiciones; en Angoteros y en casi todo el discurrir del Río Napo, hoy ya no se explota el palo rosa, hoy es el turno de la capirona, hermoso árbol que como nos cuentan los ancianos se alegra cuando nace una mujer y se entristece cuando nace un hombre, porque sabe de la crueldad de estos. Hoy esos capironales que ayudan en ese proceso de generar ese hermoso océano azul que existe encima de nosotros y que nos provee de lluvias y aire fresco, están siendo devastados por empresas que ganando mucho y sin dejar nada a las comunidades de la cuenca del Napo, sólo piensan en llenarse los bolsillos.

En este contexto, en Angoteros, funciona un colegio con internado, donde en precarias condiciones viven?, no, sobreviven cerca de 95 jovencitos entre varones y mujeres que no tienen lo más elemental para desarrollarse plenamente, viven en cuadras, donde algunos tienen unos camarotes que han dejado de ser tales, duermen en algunos colchones viejos y raídos, otros más duermen en el suelo con solo una manta, y tampoco tienen mosquiteros, y están expuestos a contraer malaria y otras enfermedades, se alimentan todos los días como sus padres o abuelos en los tiempos del palo rosa con lo mismo, una porción de arroz, frejol, restos de enlatados.

Recorro esos espacios, me detiene una barrera de mal olor de los baños en mal estado que hacen el aire casi irrespirable, algo anda mal, mientras en Lima se gastaron miles de soles en una COP con acuerdos importantes pero de largo aliento, los periódicos así reportan. Hay quienes ahí, los maestros y maestras, sólo algunos, hacen todo su esfuerzo por terminar diciembre y ver si retornan el próximo año.

Y es por ello que ahora que estamos en Diciembre, mes de navidad, quiero pedir un pequeño regalo para esos muchachos del internado, necesitan colchones, mosquiteros, esos es lo más urgente, a partir de hoy emprendo una cruzada y entre mis amigos en marzo debemos hacer llegar esos colchones y mosquiteros para esos chicos y chicas que seguramente no tendrán por navidad más regalo que la luna llena, una tarde de lluvia, que grandioso, y la marcha de chatas de madera que esperamos dejen respirar a los capironales en estas fiestas navideñas.        

Lima, diciembre del 2014.

Néder Hidalgo Sánchez

martes, 2 de diciembre de 2014

Ministra Carmen Omonte y los niños y adolescentes indígenas del Napo


MINISTRA DE LA MUJER DIALOGA CON LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES EN SANTA CLOTILDE


Con ocasión del V ENAJONA - Encuentro de Adolescentes y Jóvenes Napurunas. Realizado en la localidad de Santa Clotilde, río Napo – Maynas, Perú. Estuvieron presentes siete instituciones secundarias de la cuenca del Napo y siete escuelas primarias del Medio Napo. La Ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables fue invitada a este evento organizado por la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción para celebrar el 20 de noviembre del 2014, los 25 años de la Convención de los Derechos de los Niños. Aquí las palabras de la Ministra. La Dra. María del Carmen Omonte.

“Creo que esta es una de las oportunidades más valiosas, más hermosas que puedo tener como Ministra. Porque hay un tema que si es real. Que durante muchísimo tiempo las comunidades nativas estuvieron al margen de las prioridades del estado. No eran tan importantes como deberían haber sido siempre. Y eso lo tenemos muy en claro ahora en el gobierno. Pero el escuchar de las voces de los niños, de las niñas, de los adolescentes, lo que podrían decirme grandes estudiosos, grandes especialistas, consultores, para mi es de un enorme valor, queridos pequeños, pequeñas; porque ustedes han dicho con mucha sabiduría, con su corazón, con su valentía, lo que realmente esperan de nosotros. Lo que esperan de sus autoridades, lo que esperan de los adultos, y lo que nosotros tenemos la obligación de atender. He tomado nota y Maicelo, no te preocupes, que lo que estoy tomando nota aquí, no va a quedar como un papel pintado. Voy a seguir tomando nota de todo lo que quieren decir. Me han dicho que hay más participación de uds.

Por lo visto yo me estaba adelantando. Voy a continuar. Pero ahora sí, oficialmente saludarles a todos uds. A las niñas, a los niños, a los adolescentes, a los padres de familias, mamás presentes, profesores, a las autoridades que están aquí con nosotros, a nuestro almirante, a nuestros representantes del MIDIS, de Educación, nuestro Gobernador, su querido padre [Edgar Nolazco, OMI] que realmente trabaja muchísimo por ustedes. Y con nosotros también ha venido nuestra directora…

Como les estaba diciendo, el poder escuchar de la boca de ustedes mismos, el sueño como me lo han dicho varias veces. El sueño que tienen para su comunidad, para su familia, sobre su propio futuro. Me sirve para muchas cosas. En primer lugar, para reflexionar y también para venir a explicar que sí es cierto. Durante muchísimo tiempo, quizás ustedes no tanto, porque tienen aquí una Iglesia [la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción] que ha trabajado muchísimo para darles a uds. lo que en otras comunidades no tienen. Pero que si han sentido que el Estado les ha dado la espalda, y que no se han sentido tan peruanas, tan peruanos como deberían haberse sentido siempre. Ustedes, sus padres, sus abuelos, todos sus ancestros. Y que gusto me da escuchar apenas empezó la reunión a nuestros dos promotores [Robert Malafay y Angela Sandi] cuando se presentan como hijos de una familia y mencionan el nombre de sus padres y de sus abuelos, y también mencionan lo orgullosos que se sienten de su naturaleza, de su mundo. Y eso dice mucho de los valores y de los principios napurunas que leo allá está bien escrito. Eso habla bien de uds.

Entonces, me han hecho reflexionar y también me permiten decirles lo siguiente: No es fácil llegar a todos los rincones de nuestro Perú, porque nuestro país es hermoso y todos nos sentimos orgullosos y orgullosas de haber nacido en esta tierra, pero el Perú es enorme, con una Amazonia grande y maravillosa con todos los recursos que ustedes tienen y que agradecen a Pachayaya. Pero esa grandeza de nuestra Amazonia, también hace que sea muy difícil llegar, pero debimos haberlo hecho siempre. No se hizo quizás en su tiempo, pero si han tenido a la Iglesia, si han tenido la Marina [de Guerra del Perú], a nuestras Fuerzas Armadas que están aquí también conmigo que han hecho lo posible por acercar apoyo a las comunidades, pero ahora, el gobierno, y eso quiero que por favor lo tengan muy en claro, está haciendo un gran esfuerzo para cambiar esa historia. Para cambiar lo que siempre se ha dado en nuestra Amazonia. Para tener como una prioridad en nuestro trabajo en todas las tareas que yo tengo como Ministra, que tienen todos los Ministros, que tiene el Presidente, y él es quien nos indica, la prioridad de trabajar por ustedes, y por eso estamos aquí. Y no va a ser la primera vez. Probablemente, quizás no pueda volver la próxima semana, como me gustaría quedarme varios días, porque cada día quiero visitar una comunidad diferente. Mañana estoy en otra comunidad al sur del país. En el VRAEN, con otros problemas, con otras dificultades, pero también alejadas y con miles de niñas y niños como uds. Y que también tenemos que atenderlos. Pero así estamos haciendo un gran esfuerzo.
Y he escuchado y he tomado nota y voy a llevar al Presidente lo que uds. han dicho aquí. Se preocupan por su comunidad, se preocupan por su educación, porque sus maestros estén todo el tiempo necesario con uds., porque tengan un maestro por grado, un maestro por especialidad. Se preocupan por tener botiquines con medicinas, se preocupan por tener baños y que es tan necesario, es nuestro derecho el tener baños. Se preocupan por temas tan complejos, y que bueno que lo tengan muy en claro, que es el cuidado de su Medio Ambiente, de su naturaleza porque finalmente es su casa. Su río forma parte de su casa. Sus árboles, sus peces, y uds. con toda razón se preocupan de que no se les contaminen. De que las empresas que vengan a invertir aquí lo hagan cuidándoles, porque existe tecnología. En todo el mundo se invierte. En todo el mundo hay empresas que van a buscar que haya más recursos y esos recursos puedan servir al país. Pero hay formas de trabajar, hay tecnología que no contamina, y los he escuchado, y tengo muy claro que es una preocupación muy seria para uds., para sus padres. Y está bien que se preocupen. Y es importante que nosotros, como Estado, como autoridades, no solamente me los lleve escrito, sino que podamos traerles soluciones y alternativas serias, permanentes.

Han hablado también de que quieren leer más, y qué alegría. Yo soy hija de profesores, y mi papá era profesor de Literatura, por tanto a mí también me gustaba mucho leer, y hasta ahora, así que siempre quiero tener el tiempo para leer. Y que bien que uds. quieran tener bibliotecas y que quieran tener libros, y que quieran leer historias y cuentos no solo del Perú sino del mundo. Qué bueno que lo quieran hacer, porque uno crece y se hace más tolerante y más sabio a través de los libros. Viajando que también es importante para conocer otras realidades, pero sino podemos viajar como no podemos viajar la mayoría de nosotros, lo hacemos a través de los libros, y que bien que lo quieran. Quieren aprender, quieren cumplir con sus tareas. Pero para poder leer más y cumplir con sus tareas en muchas de las comunidades uds. no tienen luz, y por eso quieren tener luz. La energía eléctrica es fundamental. No podemos estar en el siglo XXI que ya estamos, sin tener energía eléctrica, sin tener luz para leer, para hacer sus tareas, para trabajar, para lograr quiera Dios que en poco tiempo podamos industrializar nuestros productos, me comenta el padre que también producen camu camu, y tenemos que ver que más pueden producir uds. con valor agregado, que les pueda generar más desarrollo y gracias a la naturaleza maravillosa que tienen, pero para eso necesitan energía eléctrica, también para ver TV y eso es bueno porque lo he escuchado, porque así también saben lo que está pasando y también pueden entretenerse.

Quieren lozas deportivas, quieren tener canchas de futbol, canchas de vóley y quieren poder jugar, y eso es importante, porque todas las niñas y todos los niños tienen derecho a jugar. El jugar los ayuda, el jugar no es secundario, no es superficial, los niños tienen derecho a jugar, porque así se forman, porque así desarrollan su creatividad, así aprenden a compartir y a socializar con otros niños, con otras niñas y es necesario.

Y finalmente también, varios de uds. han pedido que se apoye a su Iglesia y eso quiere decir que se sienten orgullosos, se sienten orgullosas de lo que hace su Iglesia por uds., y que bueno que así sea. Para mí, lo que está haciendo la Iglesia por uds., lo que están haciendo sus maestros, lo que están haciendo los médicos del Centro de Salud que he visitado es un gran ejemplo, y tengan la certeza, queridos, que no todas las comunidades lo tienen. Ustedes son afortunados por tenerlo, pero eso no significa que como autoridades demos la espalda y digamos: `Ya tienen con quien trabajar`, no los atendemos…, no. Mi compromiso aquí como Ministra, y tengo la certeza que el Presidente lo va asumir así, y el Ministro de Salud y el Ministro de Educación, la Ministra de Inclusión Social, el Ministro de Producción, el Ministro de Transportes, y por supuesto, la Marina que ya viene trabajando con uds., vamos a asumir responsabilidades con las tareas que me estoy llevando, y vamos a trabajar con aquellos que ya han trabajado desde siempre con uds. de hace mucho tiempo, como es su Iglesia.
Han tocado un tema muy importante que es el del alcoholismo. Es obligación de los padres entender el daño que les hacemos a nuestros hijos cuando tomamos alcohol. Es un mal que se da en todo el país. Pero qué triste, qué terrible cuando en una comunidad, que tanto necesita de sus adultos, que tanto necesita de los pocos recursos que tienen, se desperdicie con el alcohol que trae tantos males. Pero hay un tema relacionado con el alcohol y con otros problemas, que también lo han mencionado aquí, que es la falta de oportunidades para los adolescentes, para los jóvenes. Que cuando uds. terminen el colegio, qué van a hacer, a qué se van a dedicar. He hablado con el padre y me comenta que tienen un pequeño instituto, pero que realmente, y ese es un tema de compromiso del gobierno, de brindarles oportunidades a los jóvenes y yo espero que ese sueño se haga realidad, de que puedan uds. tener un buen instituto tecnológico, pero con carreras que les valgan la pena a uds., que les ayude a quedarse en su comunidad y no dejarla, no dejar estas tierras maravillosas con tanto potencial, porque normalmente, y esa es la realidad, uds. tienen tierras, tienen acceso a una naturaleza con tantos recursos, pero se tienen que ir porque finalmente dicen, bueno de qué vivo, y qué futuro voy a tener. Por eso es tan importante ofrecerles educación superior y eso también lo han dicho.

En fin, yo me voy a llevar todas las propuestas aquí, si me permiten. Me permiten, Roberto [Malafay], que me las lleve. Que me lleve todo los papeles que uds. han escrito o les voy a tomar foto, pero sino me lo voy a llevar. Porque está acá bastante claro las propuestas que uds. han hecho. Como Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, porque así se llama el Ministerio, vemos toda la problemática de la mujer, la lucha contra la violencia. Pero hay un tema nuevo que estamos impulsando que es la autonomía económica de las mujeres. Es ayudar a que las mujeres tengan sus propios recursos. Y eso forma parte también de los temas que uds. han puesto aquí. Pero dentro de las poblaciones vulnerables, que es el otro vice ministerio que tengo, vemos todo, todo lo que uds. han puesto aquí. Y no como que lo hagamos directamente, pero sí al tener la rectoría, nosotros, sobre la niñez, sobre la discapacidad, sobre los adultos mayores, sobre los desplazados, por supuesto, sobre las mujeres, sobre el voluntariado, y aquí he visto médicos que hacen un voluntariado espectacular. Todas esas rectorías me permiten a mí, trabajar con los demás ministros. Yo no puedo hacer todo, pero si articulamos con todos los ministerios, y ese es mi compromiso. Pero en cuanto a la violencia familiar si lo puedo trabajar directamente. Aquí está nuestra directora del Programa Nacional de Violencia, Lourdes Sevilla, que ya está aquí desde ayer. Ella ya está trabajando con su alcalde, también me tiene que apoyar el padre para tener aquí un Centro de Emergencia Mujer. Y que no significa que solo atiende a las mujeres, atiende a las familias, pero y todos hay que reconocerlo, las principales víctimas de la violencia, en su mayoría somos las mujeres y son los niños y las niñas. Vamos a abrir aquí un Centro de Emergencia, prontísimo, y espero tener la oportunidad de venir a inaugurarlo, pero va a ser pronto. Y uds. van a poder tener ese espacio. ¿Y qué es lo que hace un Centro de Emergencia?: Ofrece asesoría legal gratuita, sicológica, social, y ahora con una visión rural, porque al inicio se creó con una visión de ciudad, y ahora lo estamos haciendo también con una visión y una estrategia rural. Tenemos un Programa Juguemos que no ha logrado fortalecerse como queríamos, también lo vamos a fortalecer aquí en Santa Clotilde. Hay mucho que hacer, pequeños, pequeñas, chicos y chicas, pero confíen en que tenemos a uds. como una prioridad de nuestro trabajo. Y viajamos y recorremos el país y estamos allí en las comunidades más alejadas porque para nosotros son lo primero. Quizás no lograremos un resultado rapidito, quizás no lograremos todo lo que queremos de la noche a la mañana, pero si vamos a conseguir resultados. Se tiene que confiar en nuestro trabajo. ¡Ayúdennos!, ayúdennos con sus ganas de aprender, con sus ganas de estudiar, a los papás a cuidar a sus hijos. Esa luz que tienen uds., esas ganas que tienen, esa mirada que tienen, para nosotros nos dan esperanza. Y es la responsabilidad de sus padres, de las autoridades el darles la oportunidad de tener el futuro que uds. se merecen. Lo vamos a hacer. Me llevo lo que uds. me han dicho, me llevo esperanza, me llevo fuerza, me llevo ganas de seguir trabajando. Y todo esto va a ser informado hoy día mismo al Presidente y confío en que pronto va a poder venir y contarles aquellas decisiones que vamos a tomar todos los ministerios para traerles soluciones. Fortalecer lo que ya se está haciendo, se está haciendo muy bien aquí, y Santa Clotilde es un gran ejemplo, pero tenemos que trabajar muchísimo más.

Muchísimas gracias, un fuerte abrazo. Ojalá pudiera abrazarlos de uno en uno, pero gracias, gracias por todo”.

Boletín BOLPER - NRO. 06 - 2022

  En esta sexta edición del Boletín BOLPER podemos encontrar los siguientes artículos: 1. Sinodalidad y los Oblatos - por P. Roberto Carras...