jueves, 30 de julio de 2020

AMAZONÍZA-TE: Una nueva campaña más allá de la pandemia

Se trata de que los pueblos participen de manera activa en defensa de la Amazonía, de sus biomas, de sus territorios y de la población que vive en constante amenaza. 


Por Roberto Carrasco, OMI 



La Amazonía y con ella todos sus pueblos están siendo golpeados de una manera feroz por la pandemia. Se trata de una fuerza enorme que ejerce una gran presión en la vida de las pueblos, tal es así que los pueblos indígenas, además, de continuar defendiendo sus territorios frente a la fuerza del extractivismo imperante, ahora les toca enfrentar el avance de un virus que cada día arrasa con poblaciones ancestrales, al punto de poner en peligro la supervivencia de los pueblos más vulnerables, por ejemplo, los pueblos en aislamiento y contacto inicial.


A esto se suma, la exclusión histórica de sus derechos y la ausencia de un estado que no ha podido garantizar los servicios básicos y la infraestructura de salud y educación. ¿Cómo es posible que las aguas dulces de la Amazonía represente el 15 al 20 % del agua dulce del planeta y todavía existan poblaciones sin agua potable para enfrentar las graves consecuencias de una pandemia que ha venido a poner en riesgo a los más vulnerables?


Pero no son solamente las poblaciones indígenas las que se encuentran en una grave situación de vulnerabilidad, lo son también los migrantes, los afrodescendientes, la misma población urbana asentada en grandes ciudades como Manaos e Iquitos que están sufriendo el contagio del Covid 19 en grandes proporciones. Se sabe que la mayoría de las poblaciones que habitan las periferias de la urbe de estas grandes ciudades son poblaciones indígenas que dejando sus tierras han venido en la búsqueda de mejores oportunidades.


El último 18 y 19 de julio se ha desarrollado la Primera Asamblea Mundial por la Amazonía. El resultado fue una declaración que señala: “Porque el ecocidio, etnocidio y terricidio avanzan peor que el virus”[1]; incluso, llama a la población mundial a enfrentar juntos acciones que liberen la Amazonía y a los pueblos que la habitan de graves riesgos a la vida que pasan más allá de una pandemia.  


La devastación que sufren cada día los bosques amazónicos y los serios riesgos de existencia que se avecinan y tienen fijas sus miradas a todos los biomas que componen la panamazonía son motivo de serias discusiones y debates que proponen a la población mundial a buscar un diálogo conjunto con todos los pueblos ancestrales del mundo. Porque no se trata sólo de la Amazonía, sino de toda la casa común. Entonces, lo que le suceda a la casa común nos implica a todos porque “un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios”.[2]


En conclusión, hagamos nuestra la campaña que ha empezado esta semana: AMAZONÍZA-TE. Hagamos que los líderes de los pueblos y de las comunidades tradicionales articulen acciones para el cuidado de la casa común. En esta tarea se ha sumado la Iglesia en la Amazonía, aliada de los pueblos indígenas; del mismo modo, se han unido diversos organismos eclesiales, artistas, formadores de opinión, científicos e investigadores.



[2] Discurso en Santa Bárbara, California (8 noviembre 1997); cf. John Chryssavgis, On Earth as in Heaven: Ecological Vision and Initiatives of Ecumenical Patriarch Bartholomew, Bronx, New York 2012.

 

viernes, 24 de julio de 2020

Grupo de estudio: LAUDATO SI - ALABADO SEAS - TAYTANCHIQA ALABADUKANQUIPAQ


Continuamos el compartir de los miembros del grupo de estudio LAUDATO SI'.


LAUDATO SI - ALABADO SEAS - TAYTANCHIQA ALABADUKANQUIPAQ



En primer lugar, gracias P. Roberto Carrasco, OMI por sus enseñanzas y a los hermanos del Movimiento Cursillos de Cristiandad - Huánuco, por promover este curso “Laudato SI”.


“LAUDATO SI”, es una lectura emocionante, llena de imágenes poderosas y grandes ideas que pueden agitar nuestras pasiones, tentándonos a entrar en acción. Sin embargo, es posible que nos sintamos frustrados. A pesar de esto, el retraso no es sin propósito o precedente. Las ideas son ricas, profundas, y necesitamos tiempo para digerirlas realmente. Con ello, él no nos ha llamado a precipitarnos en la lucha. La imprudencia no es mejor que la complacencia. En su lugar, el llamado del Papa Francisco deja claro que debemos empezar por hacer de nuestra vida esté de acuerdo a Cristo.


El diálogo es el paso siguiente: el Papa es explícito al decir que la acción unilateral no dará frutos positivos. Debemos ser inclusivos y deliberar en nuestra manera de abordar algo. Esto no precluye una acción inmediata: la personaliza. El Papa Francisco nos ha dado muchas tareítas que podemos empezar de inmediato.


En lugar de las acciones precipitadas, hemos sido bendecidos con un período de oportunidades. Esto requerirá el crecimiento espiritual. Debemos convertirnos en discípulos de Cristo a fin de hacer su trabajo. Ahí es a donde vamos desde aquí. Como los primeros discípulos, necesitamos tiempo.


No nos olvidemos que toda la creación es obra de Dios, quien la mantiene. Incluso la casa común que es nuestra Pachamama, Madre Tierra y toda vida que existe en ella. Todos los seres vivos son nuestros hermanos, la tierra con su litósfera, hidrósfera, atmósfera, biósfera, noosfera, sociosfera, que Dios nos ha regalado para nuestro gozo y para la alegría de las generaciones futuras. 


Pero ¿la merecemos, la cuidamos, obedecemos a Dios con su mandato cuando nos lo encargó? ¿O sólo le estamos explotando, incluso, explotando al ser humano, basados en  intereses tecno-económicos? Estamos pecando, y esto se llama pecado social. Estamos eliminando a los más pobres. Ahora esa Gran obra Divina que nos cobija, está en un riesgo apocalíptico.

El Papa Francisco por su concepción ética y sólida base científica nos invita a ser sensibles al clamor de la gente y de la tierra que nos interpelan. Esta carta encíclica, inspirado por el Espíritu Santo e influenciado por San Francisco de Asís, y siguiendo la Doctrina Social de la Iglesia, es un regalo para la  humanidad, para la salvación del planeta y la vida existente;. Ella hace un llamado a toda la humanidad, para entrar en diálogo y poder así comprometernos en la salvarla del planeta que estamos destruyendo: el desafío urgente de proteger nuestra “casa común” incluye unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar ya que el mundo todo está conectado. 

Hay una clara conexión entre la degradación ambiental y la injusticia social, donde los más perjudicados son la humanidad más pobre. Podemos evitar estos enormes sufrimientos. La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios en los estilos de vida, de producción y de consumo, para así poder combatir, al menos las causas humanas que la producen.

Debemos recuperar la acción que cuida y protege la casa común. Debemos salvar nuestro planeta. Debemos ya restaurar las relaciones entre Dios, la humanidad y la creación. “El Reino de Dios está cerca; arrepiéntanse, y crean el Evangelio”, leemos en el evangelio.


Hermanos de colores, Cristo cuenta contigo.

Waqkequna pawqarkunata Cristo taytanchi yupanqa qamqunawan.

Con Cristo caminamos juntos como Pueblo de Dios.

Diospa markanchu llapanchi Jesucristuwan aywanchi.



                                                                                Hno. Walter Alfredo RICAPA MAUTINO.


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