Con ocasión del encuentro en el Vaticano entre el Papa
Francisco y la delegación de periodistas del Premio Periodismo Internacional
“Biagio Agnes”, el lunes 4 de junio. El Santo Padre en un discurso dirigido a
los presentes apeló por una comunicación que sepa anteponer la verdad a los
intereses personales o de las corporaciones.
“Ser periodista es un trabajo exigente que tiene que ver con
la formación de las personas, de su visión del mundo y de sus actitudes ante
los eventos”, así el Papa Francisco con esta definición se dirigió a los 70
integrantes de la delegación, en la Sala Clementina en el Vaticano.
Papa Francisco definirá la tarea del periodista como “un
trabajo exigente” que en este momento está viviendo un periodo caracterizado
por la convergencia digital y la transformación de los mismos medios de
comunicación. Bergoglio, hace hincapié en la transformación apremiante de las
formas y lenguajes de la información, donde conviven una diferencia de
modalidades productivas, afirmando que es “fatigoso” entrar en este proceso,
pero que es “siempre más necesario”, si se quiere continuar a ser “educadores
de las nuevas generaciones”. Para ellos y frente a ello se requiere de una
“vigilancia sabia”, enfatizó Francisco.
Pero para poder llevar a cabo el trabajo periodístico con
sabiduría, les recuerda que a menudo los lugares principales de producción de
las noticias se encuentran en los grandes centros. Sin embargo, “esto, no debe hacernos olvidar jamás las
historias de las personas que viven distantes en las periferias”. Enfatizando,
Francisco, muy especialmente en aquellas historias “de sufrimiento y
degradación” o de “gran solidaridad que pueden ayudar a todos a mirar la realidad
de manera renovada".
Por lo tanto, -continua Bergoglio- es necesario ser muy
exigentes con sí mismos para no caer en la trampa de las lógicas de
contraposición por intereses o por ideologías. Asegurando que en un mundo donde
todo es veloz, “es siempre más urgente apelarse a la sufrida y fatigosa ley de
la búsqueda profundizada, de la confrontación y, si es necesario, del ‘callar’
antes que herir a una persona” o “deslegitimar un evento”. Prosigue con
insistencia el Papa Francisco, señalando que esto puede ayudarnos a volvernos
“valientes y proféticos”.
Antes de concluir, el Santo Padre señala que un periodista
no debería sentirse tranquilo por el solo hecho de haber relatado un evento,
sino que “se trata de abrir espacios de esperanzas mientras se denuncian
situaciones de degradación y de desesperación”. Por lo tanto, el periodista
está llamado a “tener abierto un espacio de salida, de sentido, de esperanza”,
enfatizó el Obispo de Roma.
El Papa Francisco concluye su discurso con las palabras de
la Enciclica Laudato sí, donde afirma que “es necesario asegurar un debate
científico y social que sea responsable y amplio, en grado de considerar toda
la información disponible y de llamar a las cosas por su nombre. Al final,
subraya que a veces no se pone en la mesa la información completa, sino que se
la selecciona según los propios intereses, sean ellos políticos, económicos o
ideológicos”.