sábado, 14 de septiembre de 2024

Análisis: Gobernanza en la cuenca del Napo

Trabajo de redacción de ensayo

Curso: Territorios Indígenas y Gobernanza Territorial

Análisis: Gobernanza en la cuenca del Napo

Estudiante: Roberto Carrasco Rojas


Richard Rubio Condo, ex presidente de FECONAMNCUA y ex vicepresidente de AIDESEP, hablando sobre Seguridad Jurídica Territorial, afirma: “muchísimo tiempo lleva este tema. No quieren considerar una agenda política nacional porque no conviene al Estado”. Partimos de esta afirmación para poder reflexionar cómo está la situación actual sobre gobernanza territorial en los pueblos del río Napo, Loreto – Perú.

Hace más de diez años se elaboró una Agenda Política Común de los distritos de Torres Causana y Napo1. La primera preocupación que ella tiene trata de la Seguridad Jurídica y Territorio. Consideramos que esta agenda es el producto de una acción colectiva de dos federaciones indígenas que por años han venido trabajando a través de asambleas, congresos y otros encuentros, cómo podrían lograr la ampliación de sus terrenos y la actualización de sus titulaciones. Damos por entendido que este tipo de procesos se entrampa por varias razones. Brower haciendo una crítica al tema gobernabilidad-modelo liberal señala que la corrupción en nuestra región ha dado paso a una mala gobernabilidad neoliberal2. Por aquellos años, en la Amazonía peruana no era casualidad política ver como el gobierno central facilitaba a las empresas extractivistas poder explotar petróleo. Incluso les crearon decretos leyes. Por ejemplo, en el Napo a la empresa petrolera Perenco se había ubicado en el lote 67. Se le facilitó y abrió toda posibilidad de adentrarse fácilmente a la zona a pesar de los conflictos que se dieron3  y de las infracciones ambientales que venía cometiendo en contra de las comunidades indígenas4. Vemos como la práctica de la autoridad tanto a nivel nacional como regional vira hacia una dirección ya conocida, el poder económico imperante en el Perú.

Un dato relevante es cómo la preocupación de los pueblos indígenas del Napo se pudo extender hacia la sociedad civil. Durante el 2009, en pleno conflicto amazónico en Copal Urco – río Napo, se dieron los primeros diálogos para conformar un Comité Multisectorial del Napo. Este comprometía a los representantes de varios sectores de la sociedad, quienes valiéndose de la Ley 26300 sobre Derechos de Participación y Control Ciudadanos, el año 2013 deciden después de algunos intentos, piden al alcalde distrital del Napo su reconocimiento como organización de la sociedad civil que tiene como objetivo servir de espacio de diálogo, concertación, participación y vigilancia de las diversas problemáticas que se presentan en el distrito. Con la creación de este Comité Multisectorial lo que se buscaba era contribuir en la gobernanza a partir del diálogo concertado, desde un enfoque intercultural y de derechos, en el marco de la prevención de conflictos sociales.5 

A diferencia de lo que ocurría en otras cuencas de la amazonía peruana, lo que venía ocurriendo en el Napo era la muestra de cómo una problemática era inicialmente asumida por indígenas, ribereños, campesinos y población en general. Este deseo de unir preocupaciones y dialogar acerca de sus necesidades ya se venía dialogando en diversas asambleas por algunos años. Aquí estaría un gran dilema, saber cuánto las autoridades locales y regionales están preparadas para elaborar políticas públicas que respondan a demandas que nacen de los lugares mismos y no desde un escritorio. La periodista Aguirre (2007) conversó con el misionero canadiense, Juan Marcos Mercier, quien en su momento decía:

a veces creo que con tanto proyecto hemos hecho de Angoteros un monstruo, que no les dejamos respirar, que les insistimos en que se preparen y se capaciten, sin dejarles a ellos mismos espacio para que resuelvan sus crisis. […] Probablemente les hemos hecho un daño con todo esto, se han habituado a nuestra dependencia, a depender de nuestra ayuda. La cantidad de proyectos que ofrecen las organizaciones internacionales se vuelven como una droga, como un opio que nos obliga a hacer uno y otro sin parar, sin evaluar, sin volver atrás, y terminamos cambiando tanto a los runas que solo queda la confusión (p. 291)6.

Muchos proyectos ocasionaron que los nativos estén a veces como perdidos, desorientados, o se muestren incoherentes frente a las actuaciones del mundo occidental7. Sin duda, Mercier ya advertía esta situación hace años. 

Pasado el contexto de la huelga amazónica del 2009, la problemática territorial aún continua en la cuenca. Muchas comunidades no habían concluido su reconocimiento y algunas que pudieron terminar el trámite seguían a la espera de la titulación definitiva. García Hierro (2013) habla de disminución progresiva de las garantías territoriales a través de una flexibilización progresiva de las normas que proporcionan seguridad jurídica a los territorios indígenas y de la proliferación de normas legales con criterios diferentes y exclusiones territoriales a veces subrepticias8.

Un estudio sobre vulnerabilidad de los derechos indígenas en el Napo elaborado por Huaco (2013), señala como el derecho al territorio está siendo vulnerado: 

se viola el derecho Kichwa al territorio desde que, sin consulta previa, terceros penetran en su territorio ancestral para extraer oro, se usan y contaminan recursos naturales que pertenecen a dicho territorio (el agua y los peces) y el Estado no garantiza debidamente la integridad de ese derecho repetidamente transgredido dado que la represión del Estado al delito ha sido posterior a los ingresos de mineros ilegales, siendo deber del Estado no sólo el reprimir sino el prevenir dichas intrusiones mediante normas e instituciones adecuadas como lo establece el artículo 18 del Convenio 1699.

Un informe de Vigilante Amazónico (2013) alerta sobre la contaminación en el río Napo. Una situación que ha generado incertidumbre en la población frente a los resultados de un estudio sobre “Metales pesados en la cuenca del río Napo: un informe preliminar de sus efectos en el ser humano”, elaborado por el Centro de Salud de Santa Clotilde. Además, de la controversia por la autorización a una empresa agroindustrial Young Living Essential Oils Perú SAC dedicada al cultivo de palma aceitera en el río Tambor10. ¿Será que los pueblos de la cuenca del Napo empezaron a depender de proyectos, decisiones e intereses ajenos como los traídos por petroleros, mineros, madereros, comerciantes, etc?

Frente a esta otra problemática analizada por las organizaciones, el gobierno local no da señales de cómo enfrentar, por ejemplo, el aumento del narcotráfico y de mafias madereras presentes en la cuenca. Para asegurar la sostenibilidad en el manejo de los bosques, es necesario asegurar la gobernanza local11, lo afirma Glave y Borasino (2019). Y en el Alto Napo, a pesar de que algunos alcaldes son indígenas es evidente la ausencia de iniciativas para la definición autónoma de las prioridades de desarrollo, como lo diría García (2013)12. En esta circunstancia concreta se puede cuestionar la gobernabilidad existente en la región. No hay condiciones que permitan a los pueblos de la cuenca una efectiva acción del gobierno frente a estos peligros que enfrenta la población. ¿Está funcionando la descentralización del poder estatal en la Amazonía? Pareciera que la acción pública no es solo parcial, es casi nula por una ausencia continua del Estado en las fronteras. ¿Los alcaldes o gobernadores son realmente actores o intérpretes de las necesidades que tienen los pueblos de la ribera?

Si hablamos de gobernanza, nos preguntamos, ¿qué capacidad tiene el gobierno local para movilizar a un conjunto de actores que preocupados por lo que sucede en su territorio no reciben ni un ápice de ayuda? Hasta ahora las políticas públicas locales o regionales ejecutadas, al parecer no han demostrado un mayor interés por la seguridad jurídica territorial de los pueblos de la cuenca del Napo. Otro ejemplo es que no hay agua potable en casi la totalidad de la población. La Agenda Política Común exige que se garantice el acceso al agua potable y saneamiento básico. ¿Cuándo los mestizos llegarán a entender un plan de manejo de territorio como lo entienden los pueblos indígenas? Los naporunas han demostrado por años que saben manejar su territorio, proteger sus bosques, su fauna, cuidar la vida. ¿Están preparados los sistemas políticos para comprender lo complejo y diverso que son las demandas sociales? Si la gobernabilidad se vincula al concepto de democracia, entonces, la democracia debe asegurar los estándares de participación real […] control final de la agenda13, pero de una agenda indígena. En fin, Vargas y Pasquis tendrían razón al afirmar que los procesos de gobernanza requieren de dinámicas de interacción social que pueden nutrirse de otros procesos que no son necesariamente diseñados para incentivarla directamente14 (p. 119).

La última preocupación que tenemos es cuánto las nuevas generaciones están interesadas en la problemática de los pueblos indígenas de la Amazonía. Preocupa mucho la desvinculación que estas generaciones tienen y la ausencia de ellos en el territorio. Las pocas oportunidades de salir adelante no les permite quedarse en la cuenca. Esta migración juvenil no podemos ignorarla.

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NOTAS:

1. Carrasco R. (2014, 31 de mayo). Agenda Política Napuruna – 10 años después [blog]. https://www.eltrochero.com/2024/05/agenda-politica-napuruna-10-anos-despues.html 

2. Brower J. (2016). En torno al sentido de gobernabilidad y gobernanza: delimitación y alcances. Daimon. Revista Internacional de Filosofía, 67, pp. 149-162.

3. Cf. Carrasco R. (2017, 30 DE JUNIO). Desde el bloqueo del Napo el 2009 hasta hoy… ¿qué ha cambiado? [blog]. https://www.eltrochero.com/2017/06/del-bloqueo-del-napo-el-2009-hasta-hoy.html 

4. Cf. Huerta P. (2023, 18 de diciembre). El silencio de Perenco: la petrolera ocultó infracciones ambientales a comunidades indígenas de Loreto. La República

5. Carrasco R. (2013). Comité Multisectorial del Napo. En espera de resolución de alcaldía. Ñukanchi Llakta, 21, p. 5.  https://www.eltrochero.com/p/nukanchi-llakta-n-21-napo-peru.html 

6. Aguirre, M. (2007). La utopía de los Pumas. Quito: CICAME.

7. Aguirre, o.c., p. 303.

8. García P. (2013). Gobernanza y Pueblos Indígenas. Orientaciones diciembre 2013. IWGIA.

9. Huaco M. (2013). Informe final. Consultoría para estudio sobre vulnerabilidad de los derechos indígenas en el Napo. [Documento interno]. Programa Cuidado de los Bienes de la Creación. CEAS, Lima, Perú, p. 10.

10. Cf. Vigilante Amazónico (2013, enero). Segundo informe semestral. Conflictos Socioambientales amazónicos. CRS – Perú.

11. Glave M. & Borasino E. Informe Final. Gobernanza forestal y sostenibilidad en la Amazonía: avances y desafíos de políticas en el Perú. 

12. Cf. García (2013), o.c.

13. Cf. Brower J., o.c.

14. Vargas G. & Pasquis R. Gobernanza y bienes comunes en la Amazonía brasileña, pp. 107-121.


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