Por Roberto Carrasco, OMI

Ha pasado ya la primera semana del Sínodo para la región Panamazónica. Un acontecimiento que desde hace varios meses ha generado, tanto en uno como en otro sector de la Iglesia, un sin número de dudas, miedos, reacciones, falsas lecturas y percepciones, y por otro lado, se ha generado esperanza, apertura, alegría, pero sobre todo, encuentro.




El día 4 de octubre el Papa Francisco ha sembrado un pequeño árbol verde. La intención fue clara: Consagrar el Sínodo Panamazónico a San Francisco de Asís, patrono de la ecología, y con este gesto concluir el mes de setiembre, dedicado al tiempo de la Creación. Lo curioso, por llamarlo de esta manera, fue la presencia de algunos representantes de los líderes indígenas, quienes junto a los misioneros del Equipo Itinerante, en medio de cantos, gestos y toda una simbología propia de los pueblos de la Amazonía, agradecían a Dios por este encuentro que ellos tenían con el Papa Francisco y para pedir que el Sínodo nos traiga frutos buenos, nuevos caminos para la Iglesia y una ecología integral.


El día 5 de octubre, la parroquia de Santa María en Transpontina, desbordó de fieles, quienes en medio de cantos, oraciones y toda una simbología amazónica, tuvimos una Vigilia de Oración para pedir al Dios de Jesucristo que las tareas del Sínodo continúen con todo el proceso de escucha que ha empezado en la fase preparatoria. Sin duda, pareciera que Roma todavía no está preparada para contemplar y dejarse evangelizar con otras formas de expresión, de piedad popular, otras formas de orar. Algunos medios reaccionaron equivocadamente diciendo que “ritos paganos” se apoderaron de una parroquia cerca al Vaticano. Lamentablemente este tipo de percepciones dañan la fraternidad y la diversidad que como Iglesia tenemos. Una diversidad en la unidad; principio trinitario que no podemos dejar de lado en un momento tan importante que vive la Iglesia. Da la impresión de que el color negro de algunos en Roma, empezó a darse cuenta que no es el único color en medio de una selva de cemento y hormigón. Lo cierto es que dos selvas se encontraron, la selva de cemento y la selva llena de colores y vida que navegó hasta llegar a esta ciudad.


El día 6 de octubre, en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco abrió el Sínodo con estas palabras: “Cuando los pueblos y las culturas se devoran sin amor y sin respeto, no es el fuego de Dios, sino del mundo. Y, sin embargo, cuántas veces el don de Dios no ha sido ofrecido sino impuesto, cuántas veces ha habido colonización en vez de evangelización. Dios nos guarde de la avidez de los nuevos colonialismos. El fuego aplicado por los intereses que destruyen, como el que recientemente ha devastado la Amazonia, no es el del Evangelio. El fuego de Dios es calor que atrae y reúne en unidad. Se alimenta con el compartir, no con los beneficios. El fuego devorador, en cambio, se extiende cuando se quieren sacar adelante solo las propias ideas, hacer el propio grupo, quemar lo diferente para uniformar todos y todo”


Ese fuego que ha tocado el corazón del Papa Francisco, hace que su corazón de Padre se abra y acoja, dé la bienvenida a la Amazonía, con su gente, sus representantes, sus misioneros y misioneras, sus Obispos.


El día 7 de octubre, como un gesto de apertura y signo de fraternidad, el Papa Francisco abrió las puertas de la Basílica de San Pedro tanto a los padres sinodales como a los que componen la iniciativa Amazonía: Casa Común. Una oración de brazos y manos unidas se notó, teniendo al centro al mismo San Pedro Apóstol. Allí estábamos cantando y orando, como si el Espíritu del Señor nos anunciara que solo unidos pero diversos, fieles y pastores, alzando nuestras voces al único Dios verdadero hemos venido al corazón de la Iglesia para pedir por la Casa Común, para pedir para que la Iglesia sea más profética, más audaz, tanto en su tarea como en el Anuncio del Evangelio de Jesucristo. Una canoa junto a una red y dos remos, acompañaban la pequeña peregrinación que unía a todos y todas, como un solo corazón y una sola alma.


Papa Francisco, en su discurso al inicio de la 1ª Congregación general, dejaba en claro cuatro dimensiones a trabajar en este Sínodo: la dimensión pastoral, la dimensión cultural, la dimensión social y la dimensión ecológica. Y enfatiza: “nos acercamos a los pueblos amazónicos en punta de pie, respetando su historia, sus culturas, su estilo del buen vivir, en el sentido etimológico de la palabra, no en el sentido social que tantas veces le damos, porque los pueblos poseen entidad propia, todos los pueblos, poseen una sabiduría propia, conciencia de sí, los pueblos tienen un sentir, una manera de ver la realidad, una historia, una hermenéutica y tienden a ser protagonistas de su propia historia con estas cosas, con estas cualidades”


Con indignación decía: “Ayer me dio mucha pena escuchar aquí dentro un comentario burlón sobre ese señor piadoso que llevó las ofrendas con plumas en la cabeza, decime: ¿Qué diferencia hay entre llevar plumas en la cabeza y el “tricornio” que usan algunos oficiales de nuestros dicasterios?”. Y nos dijo en voz fuerte: “Venimos a contemplar, a comprender, a servir a los pueblos; y lo hacemos recorriendo un camino sinodal, lo hacemos en sínodo, no en mesas redondas, no en conferencias o en discusiones ulteriores; lo hacemos en sínodo, porque un sínodo no es un parlamento, no es un locutorio, no es demostrar quién tiene más poder sobre los medios y quién tiene más poder entre las redes para imponer cualquier idea o cualquier plan”.


“Sínodo es caminar juntos bajo la inspiración y la guía del Espíritu Santo”. Insistía mirándonos de frente. “El Espíritu Santo es el actor principal del sínodo. Por favor, no lo echemos de la sala”. Pidió orar y mucho. Nos pidió reflexión, escucha, pero sobre todo, como un buen Padre dirigiéndose a sus hijos, dijo: “Y hablar con coraje, con parresía, aunque tenga que pasar vergüenza, decir lo que siento, discernir y, todo esto dentro, custodiando la fraternidad que debe existir aquí dentro”.


Luego se tuvo unas votaciones. Para la comisión de redacción final fueron elegidos: Mons. Mário Antonio Da Silva del Brasil; Mons. Miguel Cabrejos Vidarte del Perú; Mons. Nelson Jair Cardona Ramirez de Colombia; Mons. Sergio Alfredo Gualberti Calandrina de Bolivia. Además, para la comisión de información fueron elegidos: Mons. Erwin Krautler, cpps; Mons. Rafael Cob García; Mons. José Angel Divassón Cilveti y el P. Antonio Spadaro.


El día 8 de octubre, ambas Congregaciones generales del día se vieron llenas de intervenciones de los padres sinodales.


Lo temas que surgieron fueron: participación y protagonismo de los laicos; crear un fondo para sostener la formación de los laicos en la Amazonía. Levantar la voz profética frente a situaciones de injusticia. La formación y ministerios en la Iglesia. La interculturalidad es un desafío, pero también un modo de evangelizar hoy. El tema del extractivismo como constante amenaza depredatoria.


Son muchas las comunidades que no tienen la Eucaristía. ¿A quién le pertenece la Eucaristía? Se prima una norma eclesial del celibato por encima del derecho a la Eucaristía. Los sacramentos no deben estar solo en las manos de los presbíteros. Cambiar los criterios para preparar los ministros para la celebración de la Eucaristía. Estudiar la posibilidad de ordenar varones casados. Diaconado Indígena Permanente. Una Iglesia con rostro amazónico pero también con rostro joven.


También surgieron estos otros temas: Ministerios oficiales para las mujeres. Posibilidad del diaconado permanente para las mujeres. Ministros ordenados no clericalizados. No presbíteros de segunda categoría. La posibilidad de ordenación de viri probatis. Anuncio sin imposiciones.


Se enfatizó mucho en la Pastoral de presencia. Crear un observatorio eclesial en zona amazónica. La ecología integral un kairós para la Iglesia. Seguramente este Sínodo provocará en toda la Iglesia una profunda espiritualidad que promueva una conversión ecológica. Diálogo interreligioso e intercultural. Caminar como Iglesia Sinodal y profética será posible si escuchamos las diversas voces. Que la Pastoral de la Amazonía deba incluir una emergencia de transición, a la modernidad y al desarrollo. Asumir una opción preferencial por la creación.


El día 9 de octubre, se continuó con otras dos más Congregaciones generales. Surgen otros temas como parte de la dinámica de diversas intervenciones de los padres sinodales y demás participantes, especialmente auditores e invitados:


Instituir un observatorio internacional de Derechos Humanos con sedes nacionales. Pueblos en Aislamiento Voluntario y en Contacto Inicial. La Teología India. La panamazonía es una región multiétnica y multireligiosa.


La urbanización y la Amazonía. El Sínodo debe ser creativo en fomentar nuevos ministerios. El Buen Vivir. Estamos demasiados ausentes y los evangélicos vienen a llenar el vacío que dejamos. Liturgia y Amazonía. Inculturación e interculturación: “hasta que la Iglesia no esté dispuesta a dialogar con nosotros no logrará pertenecernos”, se escuchaba una voz de un representante indígena. Evaluar y reevaluar nuestra actitud como Iglesia frente a los pueblos originarios. La periferia se hace centro y el centro se hace periferia convirtiéndose en un rico movimiento que nos desafía. Preservar la Amazonía como un imperativo latinoamericano.


Familia y comunidad – rol de la mujer, su papel fundamental en la participación de las culturas y en su presencia en medio de los pueblos. ¿Cuánto haría bien a la Iglesia que reconozca el estilo de evangelizar de la mujer en la Iglesia? Es la hora de la mujer amazónica indígena.


El Consejo Nacional de Iglesias Cristianas del Brasil expresa su solidaridad con el Sínodo para la Amazonía. Estoy convencido que los pueblos indígenas pueden ayudarnos a comprender que todo está conectado. “El sacerdote no es de la comunidad, sino de la Iglesia”. Mayor acompañamiento a la Piedad Popular en la Amazonía. El Sínodo refleja un acto pentecostal.


Por la tarde, como parte de las reacciones, Papa Francisco marca cinco puntos

1. El estado de violencia que sufre el territorio amazónico. 

2. Las culturas tienen su valor. No meterlas en ideologías. 

3. La tendencia a clericalizar a los laicos. 

4. La formación de los sacerdotes. 

5. El valor de las congregaciones religiosas. Ellas abren caminos.


Al final de este día surgió un gran pregunta: ¿Qué conversión está provocando en mí este proceso sinodal?


Los días 10 y 11 de octubre se tuvieron los trabajos en los denominados Círculos Menores. Los grupos fueron: uno en inglés y francés, dos en italiano, cuatro en portugués y cinco en español.  Fueron dos días para revisar y compartir acerca de los contenidos del Instrumentum laboris. Un trabajo donde participan: padres sinodales, expertos, auditores y dos asistentes por grupo.


Es natural que cada Círculo Menor tenga su dinámica y su proceso de reflexión. Un tiempo para el diálogo y la escucha. Unos días de trabajo para el discernimiento y la reflexión fraterna. Cada Círculo menor eligió su moderador y su relator.


El día 12 de octubre, Fiesta de Nuestra Señora de la Aparecida, se continuó con las intervenciones.


Estas son algunas expresiones que alimentan los contenidos mencionados en los días anteriores:


“Una Iglesia Samaritana herida y misericordiosa que defienda la dignidad de las personas. Una Iglesia Magdalena, si bien pecadora pero santa. Una Iglesia Mariana porque es Madre que cuida y fecunda. Una Iglesia que vive la Pentecostés. Creativa en los ministerios. Una Iglesia mártir que está dispuesta a dar la vida y testimonio. La riqueza de la diversidad toca y alimenta la vida de nuestros pueblos. Una Iglesia educadora de nuestros pueblos, que valora las semillas del verbo”.


“¿Nuestro testimonio de fe es creíble? Escasean vocaciones, porque hay ausencia fervor religioso. Donde hay vida surgen vocaciones genuinas. Deseo que seamos capaces de responder a esto”.


“Que el tema del diaconado en las mujeres sea objeto de un próximo Sínodo”.


“¿Cómo estamos cumpliendo la Misión que se nos ha encomendado? La Palabra de Dios y su amor es la primera riqueza que podemos dar. Cumplamos la misión y muchísima, muchísima parresia”.


“La cosmovisión amazónica tiene mucho que enseñar a la Iglesia. El anuncio de Cristo es fundamental para alimentar la cosmovisión de los pueblos. ¿Por qué no somos capaces de despertar vocaciones? En el campo de la ecología es importante para cambiar nuestros estilos de vida frente al planeta”.


“Sobre la formación de futuros sacerdotes: propongo crear la comisión Panamazónica de la formación”.


“Necesitamos fortalecer la ministerialidad en la Amazonía. No perder de vista algunas cuestiones que han surgido en el proceso de escucha. Una formación sacerdotal con elementos de la interculturalidad”.


“La Iglesia en la Amazonía portadora de la reconciliación”.


“Nuestra opción pastoral por el cosmos no es opcional, es obligatoria”.


“Todos venimos de culturas familias diferentes y estamos fascinados de Cristo cuando hemos escuchado de él… Si abandonamos la propuesta de Cristo estamos traicionando su mensaje. Necesitamos facilitar un encuentro del Corazón de Cristo con el corazón de cada indígena”.


“Cuando procuramos dialogar con otras iglesias, descubrimos que hay más cosas que nos unen que nos diferencian. Debemos cambiar con coraje, porque la sociedad exige testimonio y diálogo”.


“Que este Sínodo tome una opción sincera en defensa de la vida, de la tierra y de las culturas. Santo Padre los PP.II. esperan una palabra fin en defensa de sus tierras y de sus vidas. Con la certeza de que la Iglesia está y continuará en estas tierras”.


Dice Santa Laura: “No tienen sagrario pero tienen naturaleza”.


“Los pueblos indígenas siempre han sido y serán los guardianes de los bosques”.


“Ha llegado la hora de que la vocación de la mujer se cumpla en plenitud, lo dijo Papa San Pablo VI. Después de 54 años de estas palabras, la seguimos proclamando”.


“Quisiera invitar a una reflexión más profunda respecto a la falta de sacerdotes o la propuesta de ordenación de viri probati. ¿Estamos aquí en el momento oportuno para plantear este tema?”.


“Que la fe en el Espíritu sea más fuerte que el miedo al error”.


“Aceptar la verdad que el Evangelio no es patrimonio exclusivo de una cultura”.


“Gracias Papa Francisco por abrir las puertas de tu casa y de tu corazón. Hoy los emplumados estamos en tu casa y en tu corazón porque somos tus hermanos y también somos tus hijos”.


“Estamos viviendo un Kairós. Dios se va haciendo presente con más fuerza. No hay otra vía. ¿Cuál es la verdadera novedad en todo este proceso amazónico?: Un pueblo que se vuelve protagonista”.


Sinodo 2019: tra gesti, simboli, discorsi, paure e speranze


Di Roberto Carrasco, OMI


La prima settimana del Sinodo per la Regione Panamazzonica è già trascorsa. Un evento che da diversi mesi ha generato, sia nell’uno che nell’altro settore della Chiesa, innumerevoli dubbi, paure, reazioni, false letture e percezioni e, d’altra parte, ha generato speranza, apertura, gioia, ma soprattutto, incontro.



Il 4 ottobre, Papa Francesco ha piantato un piccolo albero verde. L’intenzione era chiara: consacrare il Sinodo Panamazzonico a San Francesco di Assisi, patrono dell’ecologia, e con questo gesto concludere il mese di settembre, dedicato al tempo della Creazione. La cosa curiosa, per così definirla, è stata la presenza di alcuni rappresentanti dei leaders indigeni, che insieme ai missionari della ‘Equipe itinerante’, in mezzo a canti, gesti e un’intera simbologia propria dei popoli dell’Amazzonia, hanno ringraziato Dio per questo incontro che hanno avuto con Papa Francesco e per chiedere che il Sinodo ci portasse buoni frutti, nuove strade per la Chiesa e un’ecologia integrale.


Il 5 ottobre , la parrocchia di Santa Maria in Transpontina, trasbordava di fedeli, con i quali, in mezzo a canti, preghiere e una simbologia tutta amazzonica, abbiamo avuto una Veglia di preghiera per chiedere al Dio di Gesù Cristo di continuare i compiti del Sinodo con tutto il processo di ascolto iniziato nella fase preparatoria. Indubbiamente, sembra che Roma non sia ancora pronta a contemplare e a lasciarsi evangelizzare con altre forme di espressione, di pietà popolare, altre forme di pregare. Alcuni mass media hanno reagito erroneamente affermando che i “riti pagani” si sono impossessati di una parrocchia vicino al Vaticano. Sfortunatamente, questi tipi di percezioni danneggiano la fraternità e la diversità che abbiamo come Chiesa. Una diversità nell’unità; principio trinitario che non possiamo mettere da parte in un momento così importante che la Chiesa vive. Sembra che il colore nero di alcuni a Roma, abbia iniziato a rendersi conto che non è l’unico colore nel mezzo a una giungla di cemento e pavimento. La verità è che si sono incontrate due selve, la selva di cemento e la selva piena di colori e vita che ha navigato fino a raggiungere questa città.


Il 6 ottobre , nella Basilica di San Pietro, Papa Francesco ha aperto il Sinodo con queste parole: “Quando senza amore e senza rispetto si divorano popoli e culture, non è il fuoco di Dio, ma del mondo. Eppure quante volte il dono di Dio non è stato offerto ma imposto, quante volte c’è stata colonizzazione anziché evangelizzazione! Dio ci preservi dall’avidità dei nuovi colonialismi. Il fuoco appiccato da interessi che distruggono, come quello che recentemente ha devastato l’Amazzonia, non è quello del Vangelo. Il fuoco di Dio è calore che attira e raccoglie in unità. Si alimenta con la condivisione, non coi guadagni. Il fuoco divoratore, invece, divampa quando si vogliono portare avanti solo le proprie idee, fare il proprio gruppo, bruciare le diversità per omologare tutti e tutto” .


Quel fuoco che ha toccato il cuore di Papa Francesco, fa sì che il suo cuore di Padre si para e accolga, dia il benvenuto all’Amazzonia, con il suo popolo, i suoi rappresentanti, i suoi missionari e missionari e missionarie, i suoi Vescovi.


Il 7 ottobre, come gesto di apertura e segno di fraternità, Papa Francesco ha aperto le porte della Basilica di San Pietro sia ai Padri sinodali sia a coloro che compongono l’iniziativa “Amazzonia: Casa Comune”. È stata notata una preghiera di braccia e mani unite, tenendo al centro lo stesso apostolo San Pietro. Lì stavamo cantando e pregando, come se lo Spirito del Signore ci annunciasse che solo uniti ma diversi, fedeli e pastori, alzando le nostre voci all’unico vero Dio, siamo venuti nel cuore della Chiesa per chiedere per la Casa Comune, per chiedere che la Chiesa sia più profetica, più audace, sia nel suo compito come nell’ Annuncio del Vangelo di Gesù Cristo. Una canoa insieme a una rete e due remi, hanno accompagnato il piccolo pellegrinaggio che ha unito tutti e tutte, come un unico cuore e una unica anima.


Papa Francesco, nel suo discorso all’inizio della 1a Congregazione generale, ha lasciato chiare le quattro dimensioni per operare in questo Sinodo: la dimensione pastorale, la dimensione culturale, la dimensione sociale e la dimensione ecologica. E ha sottolineato: “ci avviciniamo ai popoli amazzonici in punta di piedi, rispettando la loro storia, le loro culture, il loro stile del buon vivere nel senso etimologico della parola, non nel senso sociale che spesso attribuiamo loro, perché i popoli hanno una propria identità, tutti i popoli hanno una loro saggezza, una consapevolezza di sé, i popoli hanno un modo di sentire, un modo di vedere la realtà, una storia, un’ermeneutica e tendono a essere protagonisti della loro storia con queste cose, con queste qualità» .


Con indignazione ha detto: «Ieri mi è dispiaciuto molto sentire qui dentro un commento beffardo su quell’uomo pio che portava le offerte con le piume in testa. Ditemi: che differenza c’è tra il portare piume in testa e il “tricorno” che usano alcuni ufficiali dei nostri dicasteri?». E ci ha detto a voce alta: “Siamo venuti per contemplare, per comprendere, per servire i popoli. E lo facciamo percorrendo un cammino sinodale, lo facciamo in sinodo, non in tavole rotonde, non in conferenze e ulteriori discussioni: lo facciamo in sinodo, perché un sinodo non è un parlamento, non è un parlatorio, non è dimostrare chi ha più potere sui media e chi ha più potere nella rete, per imporre qualsiasi idea o qualsiasi piano».


«Sinodo è camminare insieme sotto l’ispirazione e la guida dello Spirito Santo.». Insisteva  guardandoci dritto: “Lo Spirito Santo è l’attore principale del sinodo. Per favore non lo scacciamo dalla sala». Ci ha chiesto riflessione, ascolto, ma soprattutto, come un buon padre che si rivolge ai suoi figli, ha detto: “parlare con coraggio, con parresìa, anche se mi vergognerò a farlo, dire quello che sento, discernere, e tutto questo qui dentro, custodendo la fraternità che deve esistere qui dentro”.


Poi ci sono state le votazioni. Per la commissione di redazione finale sono stati eletti: Mons. Mário Antonio Da Silva del Brasile; Mons. Miguel Cabrejos Vidarte del Perù; Mons. Nelson Jair Cardona Ramirez della Colombia; Mons. Sergio Alfredo Gualberti Calandrina della Bolivia. Inoltre, per la commissione d’informazione sono stati eletti: Mons. Erwin Krautler, cpps; Mons. Rafael Cob García; Mons. José Angel Divassón Cilveti; e padre Antonio Spadaro.


L’ 8 ottobre , entrambe le Congregazioni generali del giorno sono state riempite con interventi dei Padri sinodali.


I temi emersi furono: partecipazione e importanza dei laici; creare un fondo per sostenere la formazione dei laici in Amazzonia. Alzare la voce profetica davanti a situazioni di ingiustizia. Formazione e Ministeri nella Chiesa. L’interculturalità è una sfida, ma anche un modo di evangelizzare oggi. La questione dell’estrattivismo come costante minaccia predatoria.


Ci sono molte comunità che non hanno l’Eucaristia. A chi appartiene l’Eucaristia? Una norma ecclesiastica di celibato ha la priorità sul diritto all’Eucaristia. I sacramenti non devono stare solo  nelle mani dei sacerdoti. Cambiare i criteri per preparare i ministri alla celebrazione dell’Eucaristia. Studiare la possibilità di ordinare uomini sposati. Diaconato Indigeno Permanente. Una chiesa con un volto amazzonico ma anche con un volto giovane.


Sono emerse anche queste altre questioni: Ministeri ufficiali delle donne. Possibilità di diaconato permanente per le donne. Ministri ordinati non clericalizzati. Nessun presbitero di seconda categoria. La possibilità di gestione di viri probatis. Annuncio senza imposizioni.


Grande enfasi è stata posta sulla Pastorale della presenza. Creare un osservatorio ecclesiale nell’area amazzonica. L’ Ecologia integrale come un kairos per la Chiesa. Sicuramente questo Sinodo provocherà una profonda spiritualità in tutta la Chiesa che promuova una conversione ecologica. Dialogo interreligioso e interculturale. Camminare come Chiesa sinodale e profetica sarà possibile se ascoltiamo le diverse voci. Che la Pastorale dell’Amazzonia debba includere un’emergenza di transizione, alla modernità e allo sviluppo. Assumere un’opzione preferenziale per la creazione.


Il 9 ottobre si è proseguito con altre due Congregazioni generali. Altre questioni sorgono come parte della dinamica di vari interventi da parte dei padri sinodali e di altri partecipanti, in particolare uditori e invitati:


Istituire un osservatorio internazionale sui Diritti Umani con sedi nazionali. Popoli in Isolamento Volontario e in Contatto Iniziale. La Teologia India. La Panamazzonia è una regione multietnica e multireligiosa.


Urbanizzazione e Amazzonia. Il Sinodo deve essere creativo nel promuovere nuovi ministeri. Il Buon Vivere. Siamo troppo assenti e gli evangelici vengono a riempire il vuoto che lasciamo. Liturgia e Amazzonia. Inculturazione e interculturazione: “fino a quando la Chiesa non sarà disposta a dialogare con noi, non potrà appartenere a noi”, si ascoltava una voce di un rappresentante indigeno. Valutare e rivalutare il nostro atteggiamento di Chiesa nei confronti dei popoli originari. La periferia diventa centro e il centro diventa periferia diventando un ricco movimento che ci sfida. Preservare l’Amazzonia come imperativo latinoamericano.


Famiglia e comunità: il ruolo della donna, il suo ruolo fondamentale nella partecipazione delle culture e nella loro presenza in mezzo ai popoli. Quanto farebbe bene alla Chiesa riconoscere lo stile di evangelizzazione delle donne nella Chiesa? È tempo per la donna amazzonica indigena.


Il Consiglio Nazionale delle Chiese Cristiane del Brasile esprime la sua solidarietà al Sinodo per l’Amazzonia. Sono convinto che le popolazioni indigene possano aiutarci a capire che tutto è connesso. “Il sacerdote non è della comunità, ma della Chiesa”. Maggior accompagnamento alla Pietà Popolare in Amazzonia. Il Sinodo riflette un atto pentecostale.


Nel pomeriggio, nell’ambito delle reazioni, Papa Francesco segna cinque punti : 1. Lo stato di violenza che soffre il territorio amazzonico. 2. Le culture hanno il loro valore. Non metterle in ideologie. 3. La tendenza a clericalizzare i laici. 4. La formazione dei sacerdoti. 5. Il valore delle congregazioni religiose. Esse aprono strade.


Alla fine di questa giornata è sorta una grande domanda: quale conversione sta causando in me questo processo sinodale?


Il 10 e l’11 ottobre , si sono svolti lavori nei cosiddetti Circoli Minori. I gruppi erano: uno in inglese e francese, due in italiano, quattro in portoghese e cinque in spagnolo. Sono stati due giorni per rivedere e condividere i contenuti dell’Instrumentum laboris . Un lavoro a cui partecipano: padri sinodali, esperti, uditori e due assistenti per gruppo.


È naturale che ogni Circolo Minore abbia le sue dinamiche e il suo processo di riflessione. Un tempo per il dialogo e l’ascolto. Alcuni giorni di lavoro per discernimento e riflessione fraterna. Ogni Circolo Minore ha eletto il proprio moderatore e il proprio relatore.


Il 12 ottobre, festa della Madonna dell’Aparecida, gli interventi sono proseguiti.


Queste sono alcune espressioni che alimentano i contenuti menzionati nei giorni precedenti:


“Una chiesa samaritana ferita e misericordiosa che difenda la dignità delle persone. Una Chiesa Maddalena, se pur peccaminosa, ma santa. Una Chiesa Mariana perché è una madre che si prende cura e fertilizza. Una Chiesa che vive la Pentecoste. Creativo nei ministeri. Una chiesa martire che è disposta a dare la vita e la testimonianza. La ricchezza della diversità tocca e nutre la vita dei nostri popoli. Una Chiesa educatrice dei nostri popoli, che valorizza i semi del verbo ” .


“La nostra testimonianza di fede è credibile? Le vocazioni sono scarse, perché manca il fervore religioso. Dove c’è vita nascono vocazioni genuine. Vorrei che fossimo in grado di rispondere a questo. “


“Che il tema del diaconato nelle donne sia oggetto di un prossimo Sinodo.”


“Come stiamo compiendo la Missione che ci è stata affidata? La Parola di Dio e il suo amore sono la prima ricchezza che possiamo dare. Realizziamo la missione e moltissima, moltissima parresia. “


“La cosmovisione amazzonica ha molto da insegnare alla Chiesa. L’annuncio di Cristo è fondamentale per alimentare la cosmovisione dei popoli. Perché non siamo in grado di risvegliare le vocazioni? Nel campo dell’ecologia è importante per cambiare i nostri stili di vita di fronte al pianeta ”.


“Sulla formazione dei futuri sacerdoti: propongo di creare la vommissione Panamazzonica della formazione”.


“Dobbiamo rafforzare la ministerialità in Amazzonia. Non perdere di vista alcune questioni sorte nel processo di ascolto. Una formazione sacerdotale con elementi di interculturalità ”.


“La Chiesa in Amazzonia è portatrice di riconciliazione”.


“La nostra opzione pastorale per il cosmo non è opzionale, è obbligatoria.”


“Veniamo tutti da diverse culture familiari e siamo affascinati da Cristo quando ne abbiamo sentito parlare … Se abbandoniamo la proposta di Cristo, stiamo tradendo il suo messaggio. Dobbiamo facilitare un incontro del Cuore di Cristo con il cuore di ogni indigeno ”.


“Quando proviamo a dialogare con altre chiese, scopriamo che ci sono più cose che ci uniscono rispetto a quelle che ci differenziano. Dobbiamo cambiare coraggiosamente, perché la società richiede testimonianza e dialogo “.


“Possa questo Sinodo prendere un’opzione sincera in difesa della vita, della terra e delle culture. Santo Padre, i Popoli Indigeni aspettano un’ultima parola in difesa delle loro terre e delle loro vite. Con la certezza che la Chiesa è e continuerà in queste terre ”.


Santa Laura dice: “Non hanno tabernacolo ma hanno natura”.


“I popoli indigeni sono sempre stati e saranno i guardiani delle foreste”.


“È giunto il momento che la vocazione della donna sia pienamente soddisfatta”, ha affermato Papa Paolo VI. Dopo 54 anni da queste parole, continuiamo a proclamarlo. “


“Vorrei invitare ad una riflessione più approfondita sulla mancanza di sacerdoti o sulla proposta di ordinazione dei viri provati. Siamo qui al momento giusto per sollevare questo problema?


“Possa la fede nello Spirito essere più forte della paura dell’errore”.


“Accettare la verità che il Vangelo non è patrimonio esclusivo di una cultura”.


“Grazie Papa Francesco per aver aperto le porte della tua casa e del tuo cuore. Oggi noi piumati siamo a casa tua e nel cuore tuo perché siamo i tuoi fratelli e siamo anche i tuoi figli ”.


“Stiamo vivendo un Kairos. Dio si va facendo presente con più forza. Non c’è altro modo. Qual è la vera novità di tutto questo processo amazzonico? Un popolo che diventa protagonista ”.


(Traduzione: Antonella Rita Roscilli)