CARTA A UN AMIGO
Si alguien el
día de hoy me preguntase ¿quién soy?, yo respondería, soy un joven médico formado
en una excelente universidad con docentes de primera plana, quienes me
inculcaron toda su sapiencia y vocación de servicio por el prójimo. Si alguien
me preguntara ¿dónde estoy? Le respondería, actualmente me encuentro trabajando
por ya casi tres años en una zona recóndita del país (la selva peruana); donde no
imagine poder llegar y en donde nunca pensé que existiría tanta necesidad por
la ayuda de un amigo. Y si alguien me preguntase, ¿por qué sigo aquí?, yo le
respondería sin titubear, las materias que nunca seguí en una universidad o las
rotaciones que nunca hice en mi vida pre profesional o profesional, las estoy
viviendo aquí…
Me encuentro en
un lugar donde las normas de salud creadas, tal vez en una elegante oficina con
aire acondicionado o con los medios de comunicación necesaria para mantenerse
actualizado no solo en la vida profesional sino personal; no llegan a
materializarse. Donde un criterio de estado que te dice que las COMUNIDADES
AISLADAS O POBLACIÓN INDÍGENA ES UNA PRIORIDAD, no se logra observar su
cumplimiento. Me encuentro en el Centro de Salud Santa Clotilde, en una
comunidad que recibe el mismo nombre, ubicada en el río Napo, en el distrito
Napo, en la provincia Maynas, del departamento de Loreto. Tenemos
bajo nuestra jurisdicción dos distritos: Napo y Torres Causana y bajo nuestra
atenta mirada contamos con 13 puestos de salud y cada una con sus poblaciones
asignadas (que suman más de 100); todas ellas indígenas (comunidades nativas)…
Día a día vivo en mi consulta sus problemas, no solo físicos, sino psicológicos también, quienes por desconocimiento o no entendimiento de las cosas dejan que muchos sobrepasen sus derechos… Hoy como en muchas noches de guardias tengo un paciente de 3 años en estado crítico, donde muchos colegas dirían hagamos la interconsulta a UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) o hay que hacer su traslado a tal o cual hospital, pero la realidad es otra; las distancias, el desabastecimiento en nuestros nosocomios y lo agreste de algunos caminos hacen casi imposible su traslado; es aquí el punto donde se puede mirar en el interior de cada uno de nosotros el por qué hemos elegido esta carrera, es aquí el punto donde nos decimos en la oscura noche: ¡QUE MÁS PUEDO HACER POR ÉL/ELLA¡….
Amigos sé que es muy difícil el poder aceptar muchas veces estar en
zonas alejadas de nuestro país, sé que hemos sido criados con la férrea
convicción que ser el mejor sub especialista es un reconocimiento que nadie
podrá superar (si es real, necesitamos de esas personas que han estudiado más
para ayudar), PERO nunca podremos negar los que trabajamos en la periferia que
a veces para un niño o un anciano, lo somos todo; somos en quienes depositan su
confianza y quienes a tus ojos te dicen en silencio: DOCTOR EN USTED CONFÍO,
SÁLVEME…
Por eso hago un
llamado a su espíritu y vocación de servicio colegas, recordemos que el ser
médico no solo es dar una receta desde un escritorio con la calma que todo irá
bien y veremos si en su control todo mejoró, medicina es, a mi parecer,
SENTARSE TODA UNA MADRUGADA DESVELÁNDOSE JUNTO CON LA MADRE O EL HIJO ANSIOSO
POR VER QUE SU FAMILIAR REACCIONE Y MEJORE, EXPLICÁNDOLE QUE LA SALUD ES ALGO
VITAL PERO AÚN MAYOR ES EL DARLE LA PAZ A ESA PERSONA QUE ESTÁ PERENNE CON LOS
PACIENTES Y DECIRLE SIEMPRE CON UNA SONRISA O UNA PALMADA EN EL HOMBRO, TODO
IRÁ BIEN O ESTO ESTÁ MAL, PERO HAREMOS TODO LO POSIBLE POR QUE MEJORE….
Medicina Rural es algo que todos deberíamos vivir en nuestro crecimiento profesional y personal porque es aquí donde a cabalidad reconoceremos lo que los más antiguos y los iniciadores de la medicina pudieron observar y confiar. ESTO ES EL VERDADERO CORAZÓN DE LA MEDICINA…
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Médico Juan Jon Rabines - Médico Jefe Centro de Salud de Santa Clotilde - agosto 2014 |
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