“Si la Creación es la casa común, hoy la atención debe ser también sobre quién vive en ella…”. Nuevas tecnologías “emergentes y convergentes”, RoboÉtica, inteligencia artificial… Nuevos espacios de responsabilidad, nuevas fronteras que recorrer.
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Conferencia de Prensa |
Con ocasión del XXV aniversario de la Pontificia Academia para la Vida, este 15 de enero del 2019 en Conferencia de Prensa en la Ciudad del Vaticano fue presentada la Carta “Humana communitas” del Papa Francisco a Mons. Vincenzo Paglia, presidente de dicha institución. Junto al él estuvieron el Canciller de la Academia, Mons. Renzo Pegoraro y dos académicos, el P. Paolo Benanti, profesor de Teología Moral de las Tecnologías y Laura Palazzani, profesora de Biojurídica y Filosofía del Derecho.
Un 11 de febrero de 1994 el Papa San Juan
Pablo II con el Motu Proprio "Vitae Mysterium" instituyó
la Pontificia Academia para la Vida. La carta del Papa Francisco “nos recuerda esta actividad robusta de la
Academia para la Vida, exhortándola y alentándola a recorrer las nuevas
fronteras que se han abierto durante estos 25 años”, inició así su
presentación Mons. Paglia.
Mons. Vincenzo Paglia
“Necesitamos ser cada vez más conscientes de nuestro común origen en la creación y el amor de Dios… Hemos de restaurar la evidencia de esta pasión de Dios por la criatura humana y su mundo… La familia humana es una comunidad de origen y de destino, cuyo cumplimiento está escondido, con Cristo, en Dios (cf. Col 3,1-4). En nuestro tiempo, la Iglesia está llamada a relanzar vigorosamente el humanismo de la vida que surge de esta pasión de Dios por la criatura humana. El compromiso para comprender, promover y defender la vida de todo ser humano toma su impulso de este amor incondicional de Dios”, señala la carta del Santo Padre.
También la carta
entrando en el vivo del argumento señala algunos argumentos a trabajar: la bioética global, los procesos de la
globalización conectados muy estrechamente a cuestiones sobre la vida, la salud
y las condiciones sociales y ambientales. “Aquí
se mete en juego la práctica de la justicia. Dada la pluralidad de culturas y
de saberes científicos que interactúan siempre muy estrechamente en nuestro
mundo, ocurre elaborar criterios operativos universalmente compartidos que
incidan sobre las determinaciones de las políticas nacionales e internacionales”,
sostuvo Paglia.
Otro tema
que la carta pone como tarea es que “hay
que profundizar la reflexión en las nuevas tecnologías hoy definidas como
“emergentes y convergentes”. Se trata de las tecnologías de la información y de
la comunicación, las biotecnologías, las nanotecnologías y la robótica. Hoy es
posible intervenir con mucha profundidad en la materia viva utilizando los
resultados obtenidos por la física, la genética y la neurociencia, así como por
la capacidad de cálculo de máquinas cada vez más potentes. También el cuerpo
humano es susceptible de intervenciones tales que pueden modificar no solo sus
funciones y prestaciones, sino también sus modos de relación, a nivel personal
y social, exponiéndolo cada vez más a la lógica del mercado”, se abre aquí un nuevo espacio a nuestra
responsabilidad, por ello “es necesario comprender los cambios
profundos que se anuncian en estas nuevas fronteras, con el fin de
identificar cómo orientarlas hacia el servicio de la persona humana, respetando
y promoviendo su dignidad intrínseca”.
Tarea
sumamente difícil que requiere discernimiento, donde la participación en la
discusión venga de todas las ciencias que puedan involucrarse en la discusión.
Ese carácter interdisciplinar que continúa
invitándonos el Papa Francisco en esta búsqueda de criterios donde el valor de
la persona y de la dignidad humana sigan siendo los elementos centrales en este proceso que se da
en un contexto donde el riesgo de un reduccionismo de lo humano y de la
sustitución del humano es latente.
De allí que
la Pontificia Academia para la Vida está siendo exhortada por Francisco a
entrar en este territorio de la técnica y a recorrer con audacia y creatividad
con dos actitudes importantes, el discernimiento y la escucha. Un
discernimiento – dice la carta – que podemos definir como «la labor sincera de la conciencia, en su empeño por conocer el bien
posible, sobre el que decidir responsablemente el ejercicio correcto de la
razón práctica», y con una escucha atenta de los fenómenos existentes con
toda su complejidad, al mismo tiempo “exhorta
a comprometerse en un serio trabajo de interpretación para comprender en qué modo en nombre de la ciencia y de la
técnica inciden
sobre nuestra humanidad, y de elaborar criterios de evaluación que
nos consientan promover siempre la dignidad de cada persona y de todas las
poblaciones que habitan el planeta”,
finalizando así su intervención Mons. Paglia.
Mons. Renzo Pegoraro
En otro momento de la conferencia de prensa, Mons. Renzo Pegoraro, Canciller de la Pontificia Academia para la Vida subraya las nuevas prospectivas que se abren y estimulan la investigación, poniendo el énfasis en que “la Academia tiene una tarea de naturaleza prevalentemente científica para la promoción y defensa de la vida humana”, esta tarea está ligada a la prospectiva de una auténtica “ecología humana” que ayude a reencontrar el equilibrio originario de la Creación entre la persona humana y el universo entero.
En su intervención Mons. Pegoraro al subrayar el estímulo por la investigación señala que “la Academia tiene hoy una particular atención a los jóvenes, para que sean ellos protagonistas de este futuro en medio de un proceso de globalización que intenta responderse a cómo entender la salud, cómo entender la vida humana, cuáles son los factores que pesan siempre más en esta prospectiva de mundialización y de globalización que vivimos”.
Lanza
una de las preguntas que será motivo de discusión, de trabajo y de
discernimiento en esta próxima asamblea
general de la Academia que se desarrollará del 25 al 27 de febrero 2019, al mismo tiempo que habrá un workshop sobre RoboÉtica: “¿qué
entendemos hoy por el uso del robot en el campo sanitario, en el campo médico,
en el campo asistencial?”
“La
Academia buscará potenciar su atención, su prospectiva con un amplio
horario y profundidad al estudio de las cosas con una particular atención a los jóvenes. Ahora hay en la Academia
un grupo de 14 jóvenes investigadores en la Biología, la Medicina, la
Filosofía, el Derecho que puedan ser
protagonistas en los desafíos de hoy, sobre todo de los desafíos del futuro
que se están delineando”, finaliza
Mons. Renzo Pegoraro.
P. Paolo Benanti, TOR
Por
su parte, la intervención del P. Paolo Benanti mete en evidencia que hoy “estamos creando objetos que tienen un
rígido determinismo”. Estamos dirigiéndonos hacia una forma di vivir donde
incluso las máquinas superan nuestra capacidad de control. Estamos hablando de
una categoría llamada “General purpose technology” [Tecnología de utilidad
general], que no sirve simplemente solo para hacer una cosa, sino que cambia el
modo con el cual hacemos todas las cosas que actualmente caracterizan nuestra
sociedad. Por ello “es necesario crear un mapa de estas transformaciones”. Las
transformaciones que la inteligencia artificial y la robótica más avanzada está
trayendo al interno de nuestra sociedad. La idea es que ensayos de este tipo
puedan cambiar nuestras relaciones sociales y nuestra comprensión de la
realidad.
Laura Palazzani
Al final de la conferencia de prensa, la participación de la profesora Laura Palazzani pone en relevancia el tema que el Papa Francisco toca en su carta: las nuevas tecnologías “emergentes y convergentes”, señalando que estas categorías han sido estudiadas y podemos encontrar muchos documentos que se ocupan de ellas en estos últimos años en todo el mundo, de modo particular en el tema de la robótica.
¿Cuáles son los organismos ocupados en este tema desde el punto de vista bioético, siempre en un diálogo interdisciplinar?
Uno de ellos es COMEST [Comisión Mundial de Ética del Conocimiento Científico y la Tecnología] que es un organismo de la UNESCO, que en un documento del año 2017 se ha ocupado del tema de la RoboÉtica, afrontado por expertos de todo el mundo que han buscado compartir algunos elementos de la cuestión ética en el ámbito de la robótica.
A
nivel europeo, el Consejo Europeo, mencionemos dos ejemplos: el Grupo europeo
sobre la ética en la ciencia y nuevas tecnologías y el Comité Nacional para la
Bioética y Comité para la bioseguridad, biotecnologías y ciencias de la vida.
El
año 2017 se realizó una convención sobre tecnología emergente y convergente
donde se hablaba de robótica e inteligencia artificial,
donde para afrontar los nuevos problemas emergentes se ha discutido en
dos documentos importantes:
Una
declaración general sobre cuáles son los principios éticos generales en el
ámbito de la robótica y de la inteligencia artificial. Y otro documento que ha
sido aprobado algunos días atrás y publicado por la Comisión Europea acerca del
futuro del trabajo en la época de las nuevas tecnologías.
¿Cuáles
son los elementos centrales que aparecen en estos documentos? La profesora
Palazzani responde:
1. La
dignidad humana. En una resolución del Parlamento Europeo de febrero 2017
ha sido citado y usado por primera vez la expresión “persona electrónica”
con referencia al robot. Entonces, se necesita interrogarse, ¿el concepto de
persona se puede aplicar también a la vida artificial?, ¿cuál es la
especificidad de nuestra tradición filosófica respecto al concepto de persona?,
¿cuál es el estatuto moral para el robot? ¿el robot sustituye al hombre?, ¿cuál
es lo específico de lo humano?, y todavía, ¿cómo pueden interactuar las
máquinas y el hombre? A propósito del tema del uso del robot en el ámbito
sanitario, ¿cuál es el mejor modo que respecto a las condiciones éticas se
pueden afrontar en estas interacciones?, ¿cuál es el modo que consiente
respecto a la dignidad humana?
2. La
autonomía. Es otro interrogativo que no podemos hablar fácilmente. Cuando
se habla de vehículos llamados “autónomos”, el adjetivo autónomo lo hemos
estudiado desde hace poco tiempo atrás, es un adjetivo aplicado solo a los
hombres, no podemos aplicarlo a las máquinas. O quizás no debemos decir
automáticos. ¿Qué diferencia entre autonomía y automación?, ¿cuál es la
frontera antropológica del concepto autonomía?
3. La
responsabilidad. Este es otro interrogativo que no podemos tocar hoy? Entonces,
¿el concepto de la responsabilidad cambia en la época de la robótica, en la
época en la cual el hombre delega inexorablemente algunas de sus actividades a
la máquina?, y ¿cuáles son las nuevas vulnerabilidades frente a esta relación
con las máquinas?, cito por ejemplo en el campo sanitario. ¿En qué modo podemos
construir un robot que favorezca una buena relación con el hombre?
4. La
información. Hoy el tema robótica e inteligencia artificial es un tema para
expertos, ciertamente, pero para la opinión pública, la robótica y la
inteligencia artificial está invadiendo nuestra vida y nuestra cotidianidad,
entonces, es bueno involucrar en el debate público este tema a fin de que los
ciudadanos tengan algo que pueda ser crítico.
La carta del Papa Francisco termina con una certera afirmación: “La
fuerza de la fraternidad es la nueva frontera del cristianismo”. Un
tema donde todos estamos llamados a trabajar.