jueves, 15 de noviembre de 2012

Creación del distrito del Napo - Perú - repasemos un poco la historia


1943: creación del distrito del Napo, ¿qué sucedió antes?

Por Roberto Carrasco, OMI

Repasemos un poco la historia. Al terminar el siglo XVI, la Colonia tenía conocimiento de numerosas poblaciones indígenas en los vastos territorios del río Napo, Putumayo y Caquetá. Se realizaron dos viajes importantes. Gonzalo Pizarro en 1541 viaja desde el Cuzco a Quito para juntarse con Francisco de Orellana. Ambos parten de Quito e ingresan a la selva bajando por el río Coca, llegan a la desembocadura del río Napo. Gonzalo Pizarro regresa a Quito y Francisco de Orellana sigue el viaje bajando por todo el río Napo, para luego descubrir el río Amazonas.

Los primeros misioneros que llegan al Napo bajaron en la expedición de Orellana en 1541. Fray Gaspar de Carbajal fue el primero en registrar los primeros datos sobre la población del Napo. En el año 1605 el sacerdote jesuita Rafael Ferrer realizó un viaje de reconocimiento al Amazonas, registrando diversos grupos entre el río Napo y Marañón. Ferrer los denomina: “gíbaros, xeveros, quilibitas, mainas, plateros, zaparas, cofanes, abigiras, encabellados…”. El río Napo se convirtió así en la entrada de la cultura occidental a la selva amazónica. Esto trajo el primer choque cultural entre los indígenas que habitaban la cuenca y el mundo occidental.

Posteriormente se produjo el auge de la explotación de las gomas silvestres en la Amazonía, llamada también “la época del caucho”, período comprendido entre fines del siglo XIX y 1914. Caucheros, regatones y patrones contribuyeron a la desaparición de muchos grupos étnicos, sea por muerte física de miles de indígenas víctimas de guerras, epidemias, abusos, etc., como por la mezcla de sobrevivientes. Como haría suponer Mario Vargas Llosa cuando habla: “la verdadera razón de la presencia de europeos en el África -o en la Amazonía- no era ayudar al africano -o al indígena- a salir del paganismo y la barbarie, sino explotarlo con una codicia que no conocía límites para el abuso y la crueldad”.  Esta parte de la historia del Perú fue un período donde los gobernantes y extranjeros supieron manejar la situación para sus propios intereses. No podemos dejar de recordar al presidente peruano Augusto B. Leguía, quien después de la Guerra con Chile, de la peor manera decidió entregar tierras peruanas amazónicas a Brasil y Colombia. En ese mismo tiempo, Perú y Ecuador tenían en cuestión los límites de ambos países, respecto a la frontera por el río Curaray y el Napo hasta el Aguarico. Preocupa la idea que se tuvo de desarrollo en esa época, como lo dijo Jorge Basadre: “La primera gran ilusión que tuvo el Perú republicano sobre el desarrollo material estuvo simbolizada por las tentativas para colonizar la zona amazónica”. Razón suficiente para pensar cuáles fueron realmente los intereses que hubieron y porqué la decisión de repartirse las tierras de los indígenas a diestra y siniestra.

En este contexto, llega desde el Ecuador, el patrón Patricio Mosquera Carrera. Era el año 1943 cuando después de la muerte de su hija Clotilde, nace el Fundo Agrícola “Santa Clotilde” en el medio Napo, con el fin de criar chanchos y gallinas,  y siembras de productos como la yuca, maíz, frutas, entre otros. Cuando llegó Patricio Mosquera se encontró con pobladores naporunas provenientes de las zonas de Archidona, Ávila, Loreto –territorio ecuatoriano- entre otras que bajaron desde la cabecera del río Napo hasta esta parte, incluso hasta el Marañón y Huallaga.  La población que existía por esos años era indígena, habitaban toda la cuenca. Patricio Mosquera llega como otros patrones a la zona presentándose como terratenientes, propietarios, dueños y patrones de las tierras. Esto cambió con el despertar de la población y la presencia de la Misión Franciscana en Santa Clotilde quienes se instalaron y fundaron el Puesto de Misión. Los misioneros reforzaron la primera escuela que existía y crearon el primer puesto de salud.

Hoy estamos celebrando casi 70 años de fundación. Tenemos una historia muy grande que no la hemos profundizado. Somos una población en su mayoría indígena. Seguimos contando con un gran potencial en recursos naturales que siguen siendo materia de codicia y ambición de una minoría que representa al mundo capitalista. Después de siglos enteros de abandono, el Estado peruano motivado por la inversión extranjera intenta hacerse presente para dar “respuestas” a nuestros problemas. La población naporuna presente a lo largo de 650 km aproximadamente en el Napo peruano cada día es consciente de lo que tiene, de lo que puede celebrar o no. Es tarea de la historia enseñarnos qué realmente pasó para que no se repitan situaciones de injusticia que han marcado la vida de los pueblos. Celebrar hoy el aniversario del distrito es reconocer que somos una población abierta al cambio, pero un cambio con dignidad, con diálogo, donde se respeten el mínimo de derechos, como el de la consulta y el de ser reconocidos como amazónicos kichwas, huitotos, secoyas, arabelas, maijunas que de la mano de ribereños esperan un desarrollo humano integral para todos los pueblos del Napo.

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