sábado, 27 de abril de 2024

15 años después de la ‘huelga amazónica’

4 de mayo de 2009 – 15 años después de la

 ‘huelga amazónica’


Por Roberto Carrasco Rojas, OMI


Este cuatro de mayo no podemos dejar de recordar, con seria preocupación y estupor, que hace 15 años en el río Napo -justamente al frente del caserío Copal Urco- distrito del Napo, provincia de Maynas, en la región Loreto – Perú, se desarrolló un conflicto, que por desgracia pasó desapercibido a nivel nacional -y es evidente por qué, la gran mayoría de medios de comunicación capitalinos normalmente no tienen puesta su mirada en todo aquello que no se desarrolle en la capital de la república-; se trata de la llamada “huelga amazónica”. Recordemos que los pueblos indígenas de la Amazonía Peruana tienen en la AIDESEP -Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana- una vocería que en octubre del 2008 había advertido acerca de los peligros que significarían la promulgación de los “famosos” Decretos Leyes que el ex gobierno de Alan García Pérez había promulgado, incluso, sin consulta y desconociendo los acuerdos del Convenio 169 de la OIT. Según el investigador del Instituto de Estudios Peruanos, Antonio Zapata, en referencia a estas normas, “los amazónicos lo consideran atentatorios contra sus derechos ancestrales”.



Los conflictos ya habían iniciado inmediatamente se dio la voz de alerta por parte de las federaciones indígenas. Tanto en Atalaya – región Ucayali como en el Napo – región Loreto, los pueblos indígenas decidieron bloquear su principal vía de acceso, el río. Esto dificultaba el transporte de las empresas extractivas que ya -al parecer- habían recibido la luz verde no solo para explorar, sino que inmediatamente sea aprobado todo tipo de “estudio de impacto ambiental o social” puedan iniciar sus operaciones extractivas, incluso, sin el consentimiento de los mismos pueblos indígenas que habitan los territorios donde se encuentran los lotes petroleros, materia de ambición de un sistema económico que desde los años 1940 -en plena Segunda Guerra Mundial- ya habían empezado su presencia y trabajo extractivo del ambicionado oro negro en la Amazonía Peruana.

Al encontrarnos con este artículo: “Gobernar obedeciendo. Más allá de modelos políticos eurocéntricos”; del filósofo y teólogo suizo, Josef Estermann, quien pasó unos años de experiencia trabajando muy de cerca con los pueblos andinos en la región Cuzco – Perú, nos viene a la memoria cómo los pueblos indígenas, por lo general,  kichwas que habitan todo el río Napo, desde los andes del Ecuador hasta la desembocadura en el río Amazonas en Perú, comparten muchos valores y costumbres e historia que sus pares en los andes.

Nuestro primer contacto con el pueblo kichwa fue en el caserío Monterrico de Angoteros – distrito de Torres Causana, probablemente sea uno de los pocos pueblos indígenas que mantienen la pureza de la cultura ancestral kichwa que a la fecha todavía conservan. Es impresionante al llegar a ese lugar, y dejarse impresionar por el uso de la lengua, tanto en las casas como en la escuela bilingüe intercultural, asimismo, en la posta de salud. Recorriendo en canoa los más de cincuenta pueblos indígenas, desde el Medio al Alto Napo, notamos que como que el tiempo se hubiera detenido. El naporuna o poblador del Napo es un persona contemplativa, cuyo trabajo diario está en relación con la chacra y el río. Las aguas del río representan las venas más profundas que su cosmovisión enseña. Es el Kawsay, o sea, la vida. Es agua es todo allí. Por ende, el río Napo, sus quebradas y sus cochas representan, junto a la sacha o selva amazónica su casa, su hogar. Que ninguno se atrevería a decir que aquello le pertenece. Encontrarse con los mitos que siguen siendo transmitidos en las casas mientras se toma el masato durante el día junto a los ancianos o bebiendo la guayusa al empezar muy temprano el día escuchando el relato de los sueños.

Pareciera que toda esta tranquilidad en la vida de los pueblos kichwas se ha visto interrumpida con la impactante presencia de una modernidad occidental con talante extractivista que ha llegado a perturbar el estilo de vida de los pueblos. Un sistema que, gracias a los políticos de turno, irrumpió y se vino a quedar con el conocido discurso del progreso o del desarrollo.

A propósito del uso del concepto de “desarrollo”, no podemos dejar de mencionar aquel  20 de enero de 1949, cuando el ex presidente estadounidense, Harry S. Truman, con su discurso de toma posesión, se abre la era del desarrollo -según lo señala Gustavo Esteva en su artículo titulado: “Desarrollo”-. Ese día, con ese afán hegemónico norteamericano, se crea el concepto subdesarrollo, como para dar a entender a más de dos mil millones de personas en el mundo que de un día a otro se volvieron subdesarrolladas. Sin duda, la historia tiene muchas anécdotas que nos han dejado serios mensajes, todavía incomprensibles para muchos e ignorados por unos pocos. Todavía la ideología de progreso sigue esforzándose en capturar gobiernos, sea de izquierda o de derecha, no importa ni el uno ni el otro, lo que interesa que en una economía en clave occidental el Mercado y el dinero sigan transformando aquello que los rodea.

En estos quince años, post “huelga amazónica” los intentos de los gobiernos de turno han sido, por así decirlo, ineficientes. Tan solo un ejemplo bastaría para graficar lo que afirmamos. (Probablemente este podría ser el despertar del SIMA), recordemos a las Plataformas Itinerantes de Acción Social que nacieron gracias a un trabajo conjunto de la Marina de Guerra del Perú (poder militar), la empresa petrolera Perenco (poder económico) y el ex gobierno de Ollanta Humala (poder político), cuyo objetivo es -todavía- acercar los servicios y programas del Estado, en forma modular, a las poblaciones más alejadas de los principales ríos de la cuenca amazónica. Pareciera que el concepto de interculturalidad fuera un elemento probablemente desconocido u omitido. Recordar cómo cambió el ritmo de vida de las comunidades naporunas, obligadas a trasladarse en canoas y perseguir al buque de la Marina para recibir los beneficios de los programas sociales del MIDIS o quizás un paracetamol que el MINSA otorgaba, porque si alguna persona de algún pueblo indígena hubiera sido picada por una víbora, que comúnmente habitan esos territorios amazónicos, era increíble imaginar que en dichas embarcaciones itinerantes no había un antídoto para contrarrestar dicha situación.  

Como lo afirma Estermann, “la idea de ‘Estado’ como producto de un contrato social se basa en el individualismo”, y por otro lado dice que “en las sociedades regidas tanto por el capitalismo como por el socialismo, la ‘élite política’ está siempre en peligro de ser reducida por el poder, la avaricia, la corrupción”.

La propuesta de los pueblos amazónicos es apostar por el cuidado de la casa común. En el lenguaje del Papa Francisco, haciendo una lectura atenta de la encíclica Laudato Si’, el Sumo Pontífice nos enseña que hablar de cuidar la ‘casa común’ significa hablar de relaciones y responsabilidades recíprocas de los habitantes de esa casa. Hablamos de las relaciones de una comunidad de vida en esa casa y con esa casa, porque no hablamos de relaciones de propietarios e inquilinos. Hace un mes atrás fue esperanzador recibir una noticia que ha marcado un hito en la historia de la Amazonía peruana. Resulta que el Juzgado de Nauta, en la región Loreto, resolvió que se reconoce al río Marañón, uno de los principales ríos de nuestra amazonía, como entidad jurídica con derechos inherentes, eso quiere decir, como sujeto de derechos. Esto gracias a los esfuerzos liderados por un grupo de mujeres indígenas kukamas quienes desde el 2021 empezaron una singular batalla legal contra el Estado y sus autoridades, exigiendo la protección del río, sobre todo frente a la voraz política extractivista petrolera presente en la región.

Es digno reconocer cómo los pueblos indígenas amazónicos fortalecen sus organizaciones y trabajan en la elaboración de una agenda política que tiene la intención de cuidar la casa común. No se trata de nuevos mitos ni de nuevas leyendas, ni de solo proteger los derechos de la Madre Tierra. Se trata de una propuesta, que se le conoce como el Sumak Kawsay. Y esto no es simplemente una política ecologista o una propuesta de progreso con tinte occidental o peor aún, no se trata tampoco de una propuesta anticapitalista o antisocialista, como algunos de manera tendenciosa quisieran catalogar los esfuerzos y las voces de las poblaciones indígenas. Se trata sobre todo de vivir tranquilos, de vivir en paz, de vivir en armonía, respetando el valor de la comunitariedad que se expresa en las minkas de los fines de semana; respetar el rol y la voz de los Apus, de los Kuyllurunas,  de los sabios y de los espíritus. Escuchando el agua de los ríos, el viento en medio de los bosques; escuchando a la comunidad presidida por una mujer Apu. Si hay algo que podríamos hacer para comprender esta forma de ver la vida, sería primero, esforzarnos por aprender nosotros la lengua originaria. Algo que todavía el Ministerio de Cultura no ha logrado sistematizar una propuesta eficaz que mejore los servicios y programas del Estado que atiende más de 40 lenguas indígenas que están vivas en nuestro territorio amazónico. Con el conocimiento y uso correcto de la lengua indígena podríamos comprender mejor los contextos, los valores, las costumbres, la vida misma. Podríamos empezar un serio proceso de escucha y plantear un diálogo eficaz entre todos. 

Han pasado 15 años de aquel conflicto y pareciera que fue ayer.





miércoles, 20 de marzo de 2024

Boletín BOLPER - Nro. 07 - del 21 de diciembre de 2022

 En esta séptima edición del Boletín BOLPER podemos encontrar los siguientes artículos:


1. Nos encontramos ante un nuevo año y nuestro balances es más que positivo - por Roberto Carrasco, OMI

2. Entre movilizaciones y protestas en Bolivia y en Perú - por Roberto Carrasco, OMI

3. Preparando el corazón y las maletas - por Misioneras Oblatas de María Inmaculada.

4. Oramos por los próximos primeros votos de los novicios: Alexander Robles y Marco Antonio Cruz.

5. Hno. Huguito, hombre de estatura pequeña pero un misionero oblato gigante - por Hno. Edgar Francken, OMI

6. Damos la bienvenida al P. John Sampa, OMI que retorna al Perú de su país Zambia.

(En la foto aparecen: P. Rodrigo Marcaux, OMI; Hno. Edber Quenaya; Hno. Marcos Van Ryckeghem, OMI; Hno. Hugo Vandenbranden, OMI y P. Amado Aubin, OMI)


domingo, 17 de marzo de 2024

Boletín BOLPER - NRO. 06 - del 21 de noviembre de 2022

 En esta sexta edición del Boletín BOLPER podemos encontrar los siguientes artículos:


1. Sinodalidad y los Oblatos - por P. Roberto Carrasco, OMI

2. Aniversarios parroquiales - por P. Elio López, OMI

3. Reconocimiento al P. Roberto Durette, OMI y a la Radio Pío XII.




viernes, 15 de marzo de 2024

Boletín BOLPER - Nro. 05 - del 21 de octubre de 2022

 En esta quinta edición del Boletín BOLPER podemos leer:


1. Peregrinos de Esperanza en Comunión - 37º Capítulo General. 

Nemi, Roma - del 14 de septiembre del 14 de octubre del 2022.

A mis hermanos oblatos, a los laicos y jóvenes de la familia oblata.

A las misiones y parroquias de Bolivia y Perú.

P. Roberto Carrasco, OMI


2. Desafíos nuevos, abren una nueva etapa entre nosotros.

Que el discernimiento y la toma de decisiones en sinodalidad nos lleven a sentarnos, a escucharnos y a dialogar en cada comunidad, en cada misión, en cada parroquia oblata.




viernes, 8 de marzo de 2024

Boletín BOLPER - Nro. 04 - del 21 de septiembre de 2022

 En esta cuarta edición del Boletín BOLPER podemos leer:

1. Homilía del Superior general - 37º Capítulo General - P. Louis Lougen, OMI

2. Palabras del Superior - por P. Roberto Carrasco, OMI

3. Formación Oblata - Desafío y caminos hacia el discipulado - por P. Eduardo Luciano De la Cruz, OMI

Encuentro entre P. Louis Lougen, OMI y P. Luis Rois, OMI



lunes, 4 de marzo de 2024

Hay factores que EXTRANGULAN la sinodalidad y la ASFIXIAN



Por Roberto Carrasco, OMI


El último 28 de febrero, en un panel organizado por el CELAM, denominado: La reforma de la Iglesia a la luz de las conclusiones del sínodo sobre la sinodalidad, escuchamos al teólogo, Dr. Agenor Brighenti, quien como panelista presentó que en medio de este proceso hay factores que están extrangulando la sinodalidad y la están asfixiando. Habló de cuatro, pero aquí, nos enfocaremos en los tres primeros (intento recoger las ideas expuestas por el panelista).

Momento del Sínodo por la sinodalidad

LA SACERDOTALIZACIÓN DEL CRISTIANISMO 

Desde los primeros siglos del cristianismo se asume los patrones de la religión sacrificial presente en el judaísmo y en las religiones paganas. A finales del siglo IX con la reforma de Carlomagno: se da el paso de la Iglesia doméstica a la Iglesia de los templos. Un culto en los modos sacrificiales. En lugar del memorial de la Pascua de Jesús en una cena, aparece la celebración en forma de un sacrificio, en lugar de una asamblea toda ella sacerdotal.

El sacrificio celebrado es por el sacerdote, el único celebrante. En lugar del presbítero aparece el sacerdote del altar. En lugar de una Iglesia insertada en el mundo, aparece una Iglesia refugiada en un espacio del sagrado. En lugar de una Iglesia formada por todos los bautizados, un pueblo profético, regio y sacerdotal, aparece una Iglesia estructurada en el binomio clero - laicos.

El clero es el polo activo de la Iglesia, fuente de toda iniciativa y poder, mientras que los laicos son el polo pasivo que viven en un mundo profano y deben obedecer dócilmente al clero.  

Entonces, la Iglesia se convierte en aquellos que tienen el poder sagrado, la jerarquía, el clero, los sacerdotes en el espacio de lo sagrado. 


UNA IGLESIA JERÁRQUICA PIRAMIDAL 

Este segundo factor viene como consecuencia de un cristianismo sacerdotalizado. Una Iglesia reducida a la jerarquía que detiene un poder sagrado. 

En la actual proceso sinodal hay dificultades para situar la sinodalidad en la naturaleza y en el ser de la Iglesia. Cabe recordar que hubo propuestas de sustituir el término sinodalidad por el término comunión. Esto porque la categoría sinodalidad se prestaría a mal entendidos alejándonos de la fe apostólica de nuestros padres.

También en el Sínodo de 1985 - por ocasión de los 25 años del Concilio Vaticano II - ya hubo otra discusión cuando se propuso hablar de Iglesia comunión en lugar de una Iglesia Pueblo de Dios. Que también se decía se presta a mal entendidos. La cuestión subyacente es el lugar de la jerarquía en relación al Pueblo de Dios. Una Iglesia sinodal toda ministerial se correría, dicen ellos, el riesgo de nivelar todos los ministerios y diluir el rol de los ministros ordenados. Ese es el miedo.

Sin embargo, el Concilio Vaticano II con el rescate de la eclesiología del Pueblo de Dios, superó el binomio clero - laicos. Una Iglesia formada por dos clases de cristianos: el clero como el polo activo, fuente de toda iniciativa y poder; y los laicos como el polo pasivo que debe obedecer dócilmente al clero y ser sus colaboradores, como se decía en ese momento. Con esta propuesta se quiere asumir un modelo eclesial parecido a una Iglesia piramidal, por lo tanto, clericalista. 

La eclesiología conciliar se asienta sobre otro binomio: comunidad - ministerios. Todo bajo un solo género de cristianos: LOS BAUTIZADOS. En una radical igualdad en dignidad de todos los ministerios como dice la Lumen Gentium en la corresponsabilidad de todos en todo. Por lo tanto, los ministros ordenados son miembros del Pueblo de Dios y sus servidores. 

Es así que, el modelo de comunión para la Iglesia es la Trinidad. El mejor modelo de comunidad. Entonces, del mismo modo que en la Trinidad no hay jerarquía, en la Iglesia no puede haber relaciones verticales. Un poder, dominación, centralismos y autoritarismos. En la Iglesia, quien preside no decide, ni comanda. Sino que ejerce el ministerio de la coordinación. Armoniza la participación de todos en vistas del discernimiento y la decisión de todos por todo en la Iglesia.

Aquí nos viene bien la recomendación del Papa Francisco: “permitir (en la Iglesia) el desarrollo de una cultura eclesial propia, marcadamente laical” (QA 94).  


EL PODER MONOPOLIZADO POR LOS MINISTROS ORDENADOS

Este es un tercer factor, y también muy problemático. Desgraciadamente en el monopolio del poder por parte de la jerarquía, sigue siendo una tarea pendiente de la renovación conciliar presentado a todo el Pueblo de Dios hace 60 años.

El Papa Francisco -de forma explícita - en dos documentos de su pontificado,  desvincula el poder en la Iglesia del clero, como lo dice ya el Concilio.

En la Exhortación Apostólica post sinodal Querida Amazonía, señala que la identidad de los ministros ordenados así como de todas las vocaciones en la Iglesia, brotan del Bautismo, y hace del Pueblo de Dios, un pueblo todo el, profético, regio y sacerdotal. A esto lo conocemos como la tria munera.

Consecuentemente, el ministerio de los ministros ordenados no son los únicos sujetos del poder en la Iglesia. En una Iglesia sinodal, el poder fluye entre todos los bautizados ya que se rige por el sensus fidelium (sentido de los fieles) que es una recurrencia del Bautismo. Hoy vemos laicos que ya han asumido responsabilidades, incluso, de prefectos en organismos de la curia romana.

La Constitución Apostólica sobre la Curia Romana y su servicio a la Iglesia en el mundo, Praedicate evangelium, es muy clara cuando señala lo siguiente: 

“El Papa, los obispos y otros ministros ordenados no son los únicos evangelizadores de la Iglesia. Ellos saben «que no han sido instituidos por Cristo para asumir por sí solos toda la misión salvífica de la Iglesia en el mundo» . Todo cristiano, en virtud del Bautismo, es discípulo-misionero «en la medida en que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús». Esto no puede ser ignorado en la actualización de la Curia, cuya reforma, por tanto, debe prever la participación de los laicos, incluso en funciones de gobierno y responsabilidad”. (PE 10)

Después de ver estos tres factores que pretenden asfixiar más este proceso sindal, es importante considerar en nuestras tareas pastorales y apostólicas, que es la hora de la sinodalidad. Que cada bautizado, en medio de las comunidades eclesiales de base se vaya formando en la escucha y en la consulta. Trabajemos por LA IGLESIA DE LA ESCUCHA.

Los Obispos junto al Papa saben que el episcopado es ministerio al servicio de la comunidad y su labor fundamental es ser continuadores de la misión de Cristo. Por ende, toda auténtica manifestación de sinodalidad exige por su naturaleza el ejercicio del ministerio colegial de los obispos.

Que importante es no solo comprender este proceso sinodal, estamos llamados a una real y verdadera conversión pastoral. “Caminar juntos, “sínodo”, es un concepto fácil de expresar con palabras, pero no es así fácil ponerlo en práctica”, nos decía el Papa Francisco en su discurso del 17 de octubre de 2015 - conmemorando el 50 aniversario de la Institución del Sínodo de los Obispos.




domingo, 3 de marzo de 2024

Boletín BOLPER - Nro. 03 - del 21 de agosto de 2022

 En esta tercera edición del Boletín BOLPER podemos leer acerca de:


1. Visitando los Oblatos del sector Bolivia - por Roberto Carrasco, OMI
2. BOLPER y el 37º Capítulo General - por Víctor Santoyo, OMI
3. Experiencias de la Ordenación - por Gerson Rios, OMI - Gonzalo Zavala, OMI - Omar Troncoso, OMI




15 años después de la ‘huelga amazónica’

4 de mayo de 2009 – 15 años después de la  ‘huelga amazónica’ Por Roberto Carrasco Rojas, OMI Este cuatro de mayo no podemos dejar de record...